Decolonialidad y comunidades posibles

193 intencional, es promovida por las estructuras de funcionamiento del sistema moderno, que tiene en sus pilares principales la construcción de jerarquías y pone al enfermo en condición dependiente, frente al poder del conocimiento y de los expertos alojados en la institución de salud. La filosofía moderna desarrolla, entre otras cosas, una mirada dualista del mundo. En la cual la ciencia conducida por la razón sería el mejor instrumento para explorar la realidad y, con ello, llegar a un punto en que pueda dominarla y conducirla (Casalla, 2011). De modo que la modernidad, en su despliegue, se propone conquistar la naturaleza, avanzando cada día más sin que nada pueda resistirse a sus propósitos. El mejor campo en que esto ocurre es la biología, en el cual la vida está marcada por la evolución y por la lucha de unas bacterias contra otras, que determinan el triunfo del más fuerte o del más apto, como señaló Charles Darwin. El manejo de las verdades biológicas es el gran triunfo de la ciencia sobre la realidad. Y ello justifica su posición de dominante frente al tema de la enfermedad. La enfermedad, entonces, es el campo de batalla de lamodernidad que hace gala de sus capacidades para vencerla, dado que maneja un conocimiento en que explica su presencia y, al mismo tiempo, dispone del instrumental para intervenir en el curso de la enfermedad. Pero ello requiere atenerse a las normas y los procedimientos que dicta el sistema basado en la experticia. Los que saben y tienen las respuestas no es el enfermo, sino el sistema y sus profesionales, marcando el dualismo entre conocimiento científico y conocimiento popular, entre expertos y legos, entre la ciencia y la realidad, entre la modernidad y la naturaleza. De esta manera, el enfermo, que es una persona que tiene habilidades de todo tipo es, en algún punto, descalificado para pasar de controlar su entorno en un momento determinado, a otro momento en que debe comportarse de manera pasiva, porque la solución de su enfermedad, se inserta en un proceso que él no maneja, no controla y la única solución es que se ponga a disposición de la experticia y de los conocimientos de sistema. 5. La enfermedad en la cultura popular Las brujas no eran brujas sino mujeres normales que tenían un conocimiento ancestral desarrollado por años en contacto con la naturaleza. Porque para ellas y para la comunidad, la naturaleza es fuente de vida y su vínculo con ella es de coexistencia, incluso más, las mujeres y la comunidad son

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=