Decolonialidad y comunidades posibles
17 Así, estas revelaciones, puestas sobre la mesa, exigen un cambio de paradigma en la sociedad toda, lo que de alguna forma significa un cambio de época y, en definitiva, el ingreso a un nuevo tipo de sociedad, mediante la elaboración de un nuevo concepto de humanidad y de naturaleza. Justamente por ello la derecha y, actualmente, la extrema derecha, en América Latina y en todas partes, comienzan a percibir que su mundo se acerca al final y que se aproxima su muerte social. Frente a ello, observamos en el presente una arremetida de la extrema derecha para frenar estas olas de cambio y detener a los movimientos sociales, porque estos nuevos paradigmas desestabilizan sus propias bases de existencia. Entonces, se elabora un nuevo plan y una nueva estrategia que permita preservar el poder tradicional y reinstalarlo. Y, paradójicamente, el camino escogido no es parapetarse detrás de las ciencias y de la verdad, como lo hicieron en el pasado, sino que se sitúa en la posverdad y en las fake news . Comprendieron que el ingreso a la posmodernidad era una dimensión que podían manejar y que les aseguraba el control del avance social. Lo sorprendente es que, efectivamente, este mensaje llega a la población y esta reacciona favorablemente. Avala este discurso y señala que se siente representada. Valga citar como evidencia, las convocatorias masivas que lograron las campañas de Javier Milei en Argentina, la que en su momento tuvo Jair Bolsonaro en Brasil o la de Donald Trump en EE.UU . Un análisis más profundo al respecto señala que, en parte, la explicación es que en nuestros países hay un porcentaje de población que había incorporado estos discursos retrógrados en el transcurso de su historia, es decir, ya estaban en su matriz subjetiva. Por lo tanto, una de las conclusiones de esta constatación es que el discurso del progresismo nunca se instaló suficientemente o nunca logró una verdadera convicción de cambio social en la mayoría. Entonces, el desafío para el progresismo, en parte, es la refundación de lo colectivo, generando una narrativa que vuelva a justificarlo. Pero, al entrar en este tema se requiere comprender que la forma de funcionamiento de la sociedad ha cambiado, la presencia de las redes sociales, la influencia de los medios de comunicación, la globalización del planeta, ha generado una condición en la realidad actual donde la ciencia y la evidencia pierden capacidad de definición, no obstante, la subjetividad se ve fuertemente impactada por los discursos y las narrativas, lo que genera un nuevo escenario y nuevos mecanismos de cómo se producen las cosas. Pero el progresismo debe incorporar lo colectivo no sólo como algo más valioso que lo individual o la propiedad privada, sino como una mejor expresión de la sociedad humana, como un nuevo humanismo que valora las diferencias, porque allí está la esencia de lo social. Es decir, la coexistencia
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