Decolonialidad y comunidades posibles
15 Introducción Proponemos revitalizar la discusión sobre descolonización y decolonialidad. Aparente competencia, vigente y pertinente en épocas de cambios de paradigmas sociales, que busca hacer valer y darle prioridad a un concepto por encima del otro, incorporando descalificaciones mutuas. No obstante, es un debate que nos conduce a un camino sin salida. Más bien, lo que se requiere es comprender que ambos conceptos son válidos, se nutren mutuamente y, al mismo tiempo, complementan y enriquecen una mejor interpretación de América Latina. Esa dicotomía nos permite vislumbrar nuevos rumbos hacia lo colectivo y hacia comunidades posibles. La Descolonización refiere a un proceso de emancipación de las sociedades latinoamericanas, subyugadas por los imperios español y portugués que, además de definir la realidad como el rutilante “descubrimiento de América”, instalaron las colonias durante ap roximadamente 300 años. Allí está la descolonización, es decir, las independencias de esas colonias ocurridas en el siglo XIX, que permitieron la autodeterminación de nuevos países, proceso que logró dar inicio a una vida, con autonomía, con auto gobierno a todas estas nuevas naciones dirigidas hacia su propio destino. Por otra parte, la Decolonialidad contribuye a completar esa dinámica en tanto señala que, si bien se produjo la independencia física y concreta de dichos imperios, la colonización como un proceso subjetivo, continúa, pudiendo conceptualizarse como colonialidad, término que se ajustaría a la idea de la vigencia de la colonización más allá de ese proceso histórico, las independencias. Por ello, lo que se requiere es una especie de segunda descolonización, pero ahora, de nuestra forma de pensar y, por ello, se denomina decolonialida d 2 . Porque nuestro imaginario de cómo son las cosas del mundo, nuestra forma de pensar, todavía sigue atrapado y colonizado por los mismos imperios anteriores u otros nuevos como Estados Unidos, a través de mecanismos de dominación que definen esquemas de desarrollo económico, políticos y culturales que no son de autoría local, sino que continúan su control desde el exterior. Hay que agregar que, cuando se habla de colonización subjetiva, esta no se queda funcionando sólo en el campo de lo mental o lo cognitivo, sino que esas miradas subjetivas instaladas conducen la conducta social y reproducen las estructuras físicas y 2 Complementariamente, a modo de definiciones similares, la decolonización se refiere a la transformación de las estructuras y mentalidades coloniales.
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