Decolonialidad y comunidades posibles

162 Siguiendo en esa lógica, en otra arista está el tema de la raza, las razas, las especies. Los seres humanos seríamos la especie más evolucionada de la naturaleza, lo que expresa una condición incuestionable. Por lo tanto, el que estemos en la cúspide de la pirámide de la vida, nos da la autorización para dominar al resto de las especies y conducir al mundo en la dirección que decidamos, por cuanto somos la especie superior (Álvarez, 2017). Lo mismo ocurre al interior de la condición humana. Existirían las razas y, tal como critica Aníbal Quijano (2017), estas conformarían una jerarquía donde las morenas se encuentran en la base y las blancas en la cima. Esto nuevamente sería una determinación biológica y genética, no se podría cambiar. De modo que las razas de la cúspide están autorizadas biológicamente a conducir el mundo y a dominar a las otras. Por otro lado, las razas de la base son inferiores y su rol no es otro que servir de mano de obra para trabajar y sostener la sociedad human a 27 . Un ámbito muy interesante en este sentido, refiere al tema de la barbarie, campo de interpretación de la sociedad desplegado en la obra Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas (2007), publicada en 1845 por Domingo Faustino Sarmiento, vigente con fuerza a fines del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX, aunque sus rezagos perduran hasta hoy. Ello, para decir que la construcción de la sociedad moderna debe estar conducida por la civilización. Pero allí hay otro factor constituyente que es la localización geográfica, que apunta a señalar que en las ciudades se encuentra lo mejor de la civilización. Todo aquello distante de las ciudades, corresponde a la barbarie, como es el caso de las poblaciones que viven en las zonas rurales, en las selvas, en los desiertos y en otras latitudes, en las zonas agrestes, en las montañas. No se señala directamente que la civilización es fruto de lo biológico, pero, de alguna forma se apunta a decir lo mismo en tanto la civilización estaría conformada por razas blancas. Sería lo mejor de la especie, con capacidad de construir sociedades complejas con Estado, incorporando la idea de Dios, tal como lo plantea Hegel (1999). Esta situación, se vuelve a repetir en relación a la imposición de la sociedad moderna sobre la naturaleza. La división entre evolución humana y naturaleza, lleva a una jerarquía donde la sociedad se impone y la naturaleza se transforma en la proveedora de los nutrientes para el desarrollo de la misma. Concluyendo este apartado, lo que estamos haciendo aquí es develar elementos esenciales del discurso de la extrema derecha, que ella no admitirá, dado que esta mirada ha sido encubierta y 27 Algo similar existe, como concepto en India y en otras sociedades que elaboran la condición de “castas”.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=