Decolonialidad y comunidades posibles
157 manos. Pero esa derecha de hace 100 años aproximadamente, dada las presiones del progresismo y sus políticas sociales, inició un proceso de adaptación y de ajuste a esos nuevos tiempos. Comenzaron a comprender que la mecánica de la producción debía contemplar el aporte hacia los trabajadores y la retribución respectiva, como una cuestión de derecho y de justicia, no como caridad. El proyecto y la propuesta progresista, comenzó a expandirse desde Europa hasta la mayoría de los países del área occidental y otros territorios desde inicios del siglo XX. Es lo que podríamos llamar una transformación estructural de la sociedad, que no solamente dejó atrás el mundo medieval y las colonias en los continentes de África, Asia y América Latina, sino que además puso en jaque al proyecto liberal y capitalista, que promovió una modernidad salvaje a beneficio de sectores minoritarios de la sociedad (Garretón, 2015). Algunos hitos importantes en este sentido fueron la revolución soviética de 1917, la instalación de la República Socialista en España entre 1931 y 1939, previa a la Guerra Civil y el ascenso de las fuerzas de izquierdas en Italia y Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial. Con un planteamiento orientado por la teoría marxista, en busca de una sociedad no basada en la explotación de los sectores populares y del mundo agrícola, sino en el uso de la tecnología y de la ciencia en beneficio de toda la población de modo igualitario. Se pretendía hacer llegar la modernidad a todos los rincones, de manera de elevar los estándares de vida. Junto a ello, se enfatizó la educación de la población, con el fin de entregar herramientas para el desarroll o 26 . Como hemos dicho, el proyecto progresista en América Latina comienza a desarrollarse con la emergencia de los trabajadores, concepto que transita hacia los obreros y luego hacia el proletariado. Los asalariados son aquellos que se desempeñan en el nuevo mundo de la industria y la producción manufacturera (Grez, 2023). Entonces, la presión de estos grupos llevó a una reconfiguración de un Estado, en tanto institución central de la sociedad que debía tomar estas reivindicaciones y establecer una dinámica más equitativa, conformándose de este modo el Estado de Bienestar. 26 En Europa, el ascenso progresista estimuló, desde 1930, la emancipación en los países africanos, estableciendo la relevancia de las independencias como parte de un proceso de no intervención y de liberación de otras poblaciones del mundo, bajo el concepto de autonomía y autodeterminación.
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