Decolonialidad y comunidades posibles

145 A modo de cierre: el siglo XXI, la llegada del nuevo mundo Como se observa en lo expuesto hasta ahora, nos encontramos en una época que apunta a la construcción social de la realidad, más que a la construcción de la verdad. Ello, porque la posmodernidad, en su crítica a la modernidad, descalifica la verdad como un argumento legítimo, en tanto ésta se encuentra secundada por la mentira. Y, por otro lado, la apreciación que se tiene de la realidad es ahora producto de corrientes de pensamiento que nacen de un acumulado de interpretaciones que se sustentan sobre la experiencia de la población, proceso que decanta en la construcción de narrativas y relatos que son los que hoy definen la realidad y entregan orientaciones para vivir y comprender el mundo. Por ello, para la izquierda, este proceso es un desafío importante, por cuanto, comprendiendo ésta mejor que nadie el papel de la posmodernidad y sus derivaciones sobre el discurso, el lenguaje y las imágenes, a ratos pareciera olvidar este nuevo campo de funcionamiento de la sociedad y vuelve a poner sobre la mesa el tema de la verdad, a modo de contrarrestar los ataques de la derecha, acusándola de emitir fake news , es decir, no verdades, sin comprender todavía que el escenario de debate es otro. Qué mejor ejemplo es el caso de Estados Unidos, donde el expresidente Donald Trump, ha sido enjuiciado y acusado de cometer violaciones a la ley en el rubro de los impuestos, en política, en sobornos. Todos son argumentos objetivos con evidencia, verdades incontestables y, sin embargo, fue elegido por segunda vez presidente de la República, lo que demuestra que ya no vivimos en el mundo de la evidencia, sino en la era de la interpretación en función de la mayor capacidad de construir la realidad basándose en los relatos. Entonces, el estudio del funcionamiento del ámbito de los relatos, es la materia que debiéramos empezar a abordar. Lo que significa comprender mejor lo referido a la construcción social de la realidad, es decir, reflexionar sobre cómo “las palabras construyen realidad” o cómo es esto de que cuando miramos el mundo, lo que vemos no es el mundo sino lo que pensamos o creemos que es el mundo. Esa imagen de lo que creemos del mundo es precisamente lo construido y ha sido construido socialmente. Procesos que involucran acuerdos, convenciones, nacidas de apreciaciones de la población de las comunidades, que determinan qué es lo correcto o lo contrario. Apreciaciones que se consolidan en imágenes, en discursos, en narrativas y, en definitiva, en relatos. A partir de este punto podemos decir que el relato de la derecha planteado arriba, sí tiene incoherencias y, por lo tanto, puede derrumbarse. Algunas de ellas son muy cuestionables, cuando

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