Decolonialidad y comunidades posibles

122 cambio de otra Edad del mundo, otro proceso civilizatorio, otra subjetividad personal y colectiva de los pueblos, que será la superación de la modernidad, así como ésta en Europa (sólo en Europa) fue la superación del feudalismo germano medieval (recordando que ninguna otra cultura en la historia mundial fue feudal). Hemos denominado todavía sin designación positiva a esa Edad del Mundo: la Transmodernidad. […] Una nueva Civilización […], donde se respeta la distinción de cada cultura diversa, pero se construye, con firme esperanza, una fusión de los horizontes distintos de las diversas culturas donde puedan ir ganando mayor semejanza, en la mutua comprensión, en la complementación valorativa, en la tolerancia (Dussel 2017, p. 99). En sus últimos trabajos al respecto, el filósofo mendocino reafirma a la transmodernidad como “un proyecto hacia el futuro” (Dussel, 2021), “posterior a esta civilización soberbia moderna que se ha tornado suicida” (Dussel 2020b) y aclara con contundencia: No sabemos cómo será esa nueva civilización, pero intuyo que más se asemejará a ciertas pautas de los pueblos originarios que a la modernidad, a través de un modo de reproducción de la vida más simple, más ecológico, con grandes inventos a nivel electrónico y demás, de un hombre como lo pensaba Marx, más poético, más espiritual, más creador y menos interesado en el aumento cuantitativo de la realidad. Tendremos menos medios de comunicación y serán más útiles, desaparecerán muchas cosas innecesarias, seremos más ascetas en el uso de la comida y en el espacio de las casas. En fin, otra civilización y eso no sé cómo será, pero le llamo “transmoderno”, es un concepto negativo, pero no es el posmoderno -que era una última etapa de la modernidad- sino que será algo totalmente distinto (Dussel & Del Valle-Orellana, 2018, p 173). Conclusiones Después de recoger (cronológicamente) estas variadas citas que procuran corroborar que la transmodernidad es un proyecto futuro y mundial de liberación, a continuación, en esa misma línea argumentativa y para finalizar este texto, se proponen y presentan las siguientes cinco premisas con la intención de caracterizar y entender esta nueva utopía o meta-relato. Las premisas o postulados recogen varios aspectos tratados ya en los estadios diacrónicos anteriores. Primera premisa . La transmodernidad no es un rechazo per se y total de la modernidad. No se trata de negarlo o desecharlo todo, lo que se busca es resignificar postulados teóricos y prácticas concretas, transmutar los usos y las costumbres, transformar los objetivos y los intereses. Se cuestiona lo negativo, pero se rescatan los momentos positivos (el carácter emancipatorio, por ejemplo), en un ejercicio auténtico de encuentro simétrico y de diálogo intercultural. Los cierres absolutos son contrarios a lo transmoderno, pues este proyecto futuro no pretende una cultura universalista, unívoca, homogénea y única, venga de donde venga.

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