Decolonialidad y comunidades posibles
109 de los siglos XV y XVI: “¿Qué derecho tiene el europeo de ocupar, de dominar y gestionar las culturas recientemente descubiertas, militarmente conquistadas y que están siendo colonizadas?” (Dussel, 1998a, p. 59). Puesto en otros términos, “el ego cogito moderno fue antecedido en más de un siglo por el ego conquiro (Yo conquisto) práctico del hispano-lusitano que impuso su voluntad (la primera “Voluntad -de- Poder” moderna) al indio americano. La conquista de México fue el primer ámbito del ego moderno” (Dussel, 2001, p. 353). La locución de Descartes del "ego cogito" en 1636 se considera la consecuencia ontológica del proceso descrito anteriormente, es decir, el ego como origen absoluto de un discurso solipsista que encubre la otredad periférica. De esta manera, se argumenta que la modernidad surge como resultado de la colonialidad, de la intervención en otros lugares más allá de Europa y, por lo tanto, está en deuda con muchos pueblos y naciones del mundo. Reconocer esta premisa implica comprender que la modernidad sólo podrá ser superada si se abandona el mito que la sustenta. Al respecto, Dussel (2001) concluye: Al negar la inocencia de la “Modernidad” y al afirmar la Alteridad de “el Otro”, negado antes como víctima culpable, permite “des - cubrir” por primera vez la “otra - cara” oculta y esencial a la “Modernidad”: el mundo periférico colonial, el indio sacrificado , el negro esclavizado, la mujer oprimida, el niño y la cultura popular alienadas, etcétera (las “víctimas” de la “Modernidad”) como víctimas de un acto irracional (como contradicción del ideal racional de la misma Modernidad) (p. 353). Dicho esquemáticamente, la modernidad supone la colonialidad en tanto se inaugura en 1492, con su salida al Atlántico (para conectarse con el oriente) y la inesperada aparición de América. La modernidad está soportada en la colonialidad, pues se traduce en el encubrimiento del Otro, en la negación de la alteridad, en la subsunción y dominio de las culturas y pueblos originarios del “Nuevo continente” (y la posterior esclavitud de mujeres y hombres de la África negra). Modernidad es colonialidad y capitalismo, es esclavitud y extracción de riquezas, es robo de saberes y tecnologías, explotación del trabajo, saqueo de los alimentos de las colonias y neocolonias (Dussel, 2017). Es, en definitiva, una estructura de dominación, histórica y presente, ante la que se requiere tomar conciencia. 2. Segundo estadio. La toma de conciencia de las estructuras de dominación moderno/capitalistas Después de develar la relación modernidad/colonialidad, el proyecto transmoderno supone un segundo paso, manifiesto en la Ética de la liberación en la edad de la globalización y de la exclusión
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