Decolonialidad y comunidades posibles

9 hacia la transmodernidad es el reconocimiento mutuo entrelazado con el pasado, el presente vivir y la coexistencia entre lo humano y no-humano, el compromiso mutuo al vernos entrelazados. Esto es romper con las construcciones socioculturales que nos polarizan y nos fragmentan en el vivir con autenticidad, en el presente y en lo comunal. Luego continúa el capítulo de Germán Rozas, El movimiento sobre la posverdad y la importancia del relato , que nos sugiere la idea de un vivir basado más allá de las historias y los discursos que circulan verdades y no verdades, pero que van más lejos de la construcción social de lo que es la realidad. Este ensayo nos provoca a contemplar y considerar: ¿qué es la realidad? ¿Quién tiene derecho a formar o construir la realidad? Y ¿qué se propone o promueve con cierta perspectiva de la realidad? Estamos realmente en un momento donde la realidad está siempre sujeta a cuestionamiento porque no hay manera de realmente saber lo que se es, si es que no se está en relación con los demás. Cada cual vive en búsqueda de la comunidad que va confirmar lo real o la versión de la realidad que más les convenga. Esto nos lleva a la violencia epistémica e injusta donde ciertas subjetividades se ven violentadas por no ser las verdades o los discursos de popularidad. La tecnología y la modernidad que acompaña y promueve estas realidades nos va llevando más y más hacia un túnel donde las sombras nos opacan ver con claridad las opresiones acondicionadas por los sistemas que se promueven como progresistas, pero realmente son una reinvención de lo colonial y la modernidad que sigue inscribiéndose en lo cotidiano. En el tercer ensayo de este apartado, La extrema derecha: estrategias y narrativas ocultas , también un aporte de Germán Rozas, comenzamos a pensar nuevas estrategias para avanzar hacia una liberación más interdependiente. En este caso, una que se basa en los principios del progresismo y sus procesos sociales que han sido corrompidos por la extrema derecha, pero que, aun así, pueden ser rechazados. El proyecto por hacer se edifica sobre la comprensión, el entendimiento y la valorización de las experiencias complejas de los que se han visto, ilusoriamente, dejados atrás por el progresismo. Si no se puede llegar a comprender, entender y apreciar la subjetividad de aquellos que se ven hechos a la orilla, no se podrá llevar a cabo un plan total de rediseño social, no se podrá formular una nueva narrativa que incorpore los movimientos de la identidad al lado de las formaciones grupales que surgen como resultado de aquellos que se ven invisibilizados, por irracionales que sean ciertas subjetividades, por las estructuras democráticas y progresistas. Es momento preciso de crear un intercambio epistemológico donde el diálogo, la interdependencia, y la compasión crítica pueda fluir y dar nuevos frutos en relación hacia un rediseño social donde

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