Decolonialidad y comunidades posibles

106 los hechos fundacionales se ubican en la Italia del siglo XV, la Alemania de siglos XVI-XVIII, la Francia del siglo XVIII y la Inglaterra del siglo XVII (Dussel, 2001). Dussel denomina a esta visión eurocéntrica, precisamente porque: indica como punto de partida de la “Modernidad” fenómenos intra -europeos, y el desarrollo posterior no necesita más que Europa para explicar el proceso. Esta es aproximadamente la visión provinciana y regional desde Max Weber -con su análisis sobre la “racionalización” y el “desencanto” - hasta Habermas). Para muchos un Galileo (condenado en 1616), Bacon (NovumOrganum, 1620) o Descartes (El discurso del método, 1636) serían los iniciadores del proceso moderno en el siglo XVII (Dussel, 2001, p.350). El enfoque estrecho, parcializado y eurocéntrico de la modernidad, denunciado por Dussel (1992, 2001), es el que se explicita en las Lecciones sobre la filosofía de la Historia Universal (Hegel, 2005) y en Fenomenología del espíritu (Hegel, 1994). La “historia universal es el progreso en la conciencia de la libertad” escribe el alemán (2005, p. 129). Dicha historia va de Oriente a Occidente, simulando una linealidad histórica. Así, Asia es el comienzo. India, China, Persia y otros pueblos orientales, simbolizan la primera fase del perfeccionamiento del Espíritu en su periplo hacia la libertad, como imperativo de llegada. En ellos se presenta la inmersión del Espíritu en la Naturaleza. Asia es la primera escala, la que abre la senda que conduce a la reconciliación del Espíritu con su concepto: su espiritualización. Claro que, en este período inicial, demasiado prematuro o de infancia, todavía hay poca conciencia, prima la confianza en lo natural, que aún predomina y se hace sustancial y sólida; como lo es, también, el despotismo de los emperadores, los únicos realmente libres en una sociedad en la que los hombres están subyugados. El segundo período del progreso del espíritu está representado por la civilización griega. Los griegos personificaron la incisión Espíritu/Naturaleza. En ellos, el espíritu emprende su reflexión sobre sí mismo. Es el lapso de la juventud y de un progreso muy significativo, pues serán varios hombres (los que ostentan el título de ciudadanos en las pólis ) los que despliegan su libertad, y no uno solamente, como en la etapa anterior. El tercer ciclo de la historia es la civilización romana. Los romanos establecen la libertad formal o abstracta de los individuos por medio de las leyes. Aquí, aparece el ímpetu, la virilidad y la fuerza del espíritu. El cuarto y último periodo iría desde el desplome del Imperio Romano (476 d.C.) hasta la Revolución Francesa (1789). Pero Hegel (2005) va mucho más allá y señala: Europa es absolutamente el término de la historia universal. Asia es el principio […]. África es algo aislado y sin historia, sumido todavía por completo en el espíritu natural, y que sólo puede mencionarse aquí, en el umbral de la historia universal […]. Por eso abandonamos África para no mencionarla ya más […]. América se ha revelado siempre y sigue

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