Taller de ecología social y huerta comunitaria
24 El taller buscó reflexionar sobre las relaciones existentes entre seres humanos y naturaleza, las que se materializan a través de lo social. El desafío propuesto fue pensar cómo transformar las contradicciones que oponen sociedad y naturaleza, mediante una visión liberadora, integradora y situada en un contexto urbano, en el ámbito de nuestro quehacer. En ese sentido, se apuntó a crear conciencia sobre la crisis ecológica global en la que nos encontramos, lo cual ha sido un tema objeto de debate desde al menos los años 70 cuando surgen visiones políticas y paradigmas que reconocen la capacidad de ser sujetos históricos en los seres humanos, capaces de influir en su propio devenir y no meramente objetos sometidos a fuerzas externas. Para la Ecología Social, esta potencialidad es resultado de una mayor diferenciación de funciones, y en ella radica su capacidad de contribuir al desarrollo y la regenera- ción de la biosfera. Así mismo y desde una perspectiva humanista, la Educación Popular sos- tiene que las relaciones sociales están determinadas históricamente y son transformables a través de la acción de los sujetos. Esto implica que dichas relaciones pueden ser tanto humani- zadas, como deshumanizadas, según sean las acciones emprendidas por las personas. Por lo anterior, durante los talleres se intentó comprometidamente abordar estas reflexiones y desafíos. Metodoló- gicamente, se buscó “desbancarizar” el saber, es decir, alejarlo de una lógica de consumo. Para ello, se establecie- ron relaciones horizontales y dialogan- tes entre las personas, con el fin de co-construir un conocimiento situado en torno a la ecología social, la huerta comunitaria y los cuidados colectivos. Pensar y realizar prácticas liberadoras, por pequeñas que sean, motivaron di- versas reflexiones colectivas: A mí me parece que fue bien horizontal la participación y eso igual a veces es un desafío […] si se logra que las personas se sientan partícipes, que se sientan cómodas de poder decir opiniones, dialogar, plantear cosas, cuestionar, se logra que sea un proceso más horizontal de construcción del conocimiento . Pensando también que eso es lo que le interesa también al colectivo, no solo como decir lo que ya sabemos, sino cómo invitar a las personas a que, a partir de eso, de los conocimientos que todos traemos, podamos construir nuevas cosas (Sebastián 2023). Fue super amigable y no sé si porque éramos tan poca gente, o sea, tres la mayoría del tiempo, creo que se dio un espacio de conversación y de reflexión y de confianza, también para preguntar cosas o tirar ideas, entonces, definitivamente lo veo con una mirada positiva (Catalina, 2023).
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