Patología de hombro
Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 90 si se ligaba la arteria circunfleja anterior o posterior encontrando que la arteria circunfleja humeral posterior aportaba aproximadamente 2/3 del flujo total a la cabeza humeral, lo cual cambió la manera de entender y proteger la vasculatura de este segmento al momento de realizarse el manejo. Clínica Similarmente a las otras fracturas, la clínica del paciente será fundamental para un adecuado manejo de cada caso. Dentro de esta importante conocer el mecanismo lesional, el nivel de actividad del paciente previo a la lesión, la dominancia que presenta el paciente, y la historia de lesiones previas del segmento o alteraciones del manguito rotador. Dentro de los factores a evaluar en un paciente que se presenta con esta patología están la impotencia funcional posterior al accidente, el nivel de dolor, la limitación de las actividades de la vida diaria, la limitación del rango articular y las posibles alteraciones sensitivas como pueden ser déficits del nervio axilar, radial o supraescapular. (3) Imagenología Todo paciente en el que se sospecha fractura de húmero proximal ha de ser sometido al set de Rx de trauma de hombro. Dentro de estas es importante solicitar AP verdadera, Axial de escápula, y proyección axilar, la que puede ser reemplazada por proyección de Velpeau en paciente que no toleran esa posición. En los centros donde esté disponible ha de realizarse un TC de hombro con reconstrucción 3D, este permite mejor planificación preoperatoria, permite evaluar fracturas escondidas, no desplazadas o rasgos complejos, siendo recomendado su uso sistemático cuando es posible. Respecto a la RNM su uso es aún controversial, permitiendo evaluar lesiones de manguito de rotador en caso de alta sospecha de este y fracturas no desplazadas que no fueron detectadas con los métodos previos, principalmente de la tuberosidad mayor. Clasificaciones Existen diversas propuestas en la literatura, teniendo distintas utilidades y niveles de aceptación entre distintos grupos de trabajo. A pesar de ser una de las más antiguas y con múltiples problemas, actualmente la clasificación de Neer es la más utilizada. Neer Publicada en 1970, intenta dar una justificación anatómica. Se basa en las combinaciones de fracturas según 4 componentes evaluados en la radiografía, el cuello anatómico, cuello quirúrgico, tuberosidad mayor y tuberosidad menor, junto con el desplazamiento entre estos, este último concepto siempre ha sido un punto de crítica a su clasificación, dado que en su propuesta inicial se consideraba uno de los segmentos como desplazado si tenía una angulación de 45 grados o 1 cm, lo cual se definió de forma arbitraria. Según cada uno de los segmentos que cumpla este criterio, se dividen las fracturas en 1 parte, sin ningún fragmento desplazado, hasta 4 partes, con 3 fragmentos desplazados. Se han realizado múltiples
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