Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 60 humeral. Típicamente se manifiesta de 6 a 12 meses posterior al inicio del tratamiento, con una incidencia de 5-7%. Enfermedades sistémicas : la congestión vascular es el factor común de múltiples enfermedades sistémicas que producen NAV de la cabeza humeral. Por ejemplo, pacientes diagnosticados con Anemia de células falciformes tienen un riesgo aumentado de microembolias, causando fenómenos isquémicos en hueso esponjoso y daño a la cabeza humeral. Existe evidencia que sugiere que este tipo de pacientes tiene un riesgo de 50% de desarrollar NAV antes de los 35 años. En paralelo, pacientes con Lupus eritematoso sistémico o Síndrome antifosfolípido también pueden desarrollar NAV de la cabeza humeral en hasta un 30% de los casos. Se cree que responde a factores vasculitis que otorgan un daño mecánico a la vasculatura, dando inicio a este proceso. Otras enfermedades que se asocian a un riesgo aumentado de presentar NAV de la cabeza humeral son el VIH, daño hepático crónico por alcohol, pancreatitis crónica y enfermedad de Gauchier. Historia y Examen Físico Los síntomas iniciales son inespecíficos y pueden ser confundidos con los presentes en otras patologías estructurales del hombro. Los pacientes suelen referir un dolor difuso del hombro, limitación del rango de movilidad o disminución en la actividad. Estos síntomas son progresivos en el tiempo e incluso pueden culminar con dolor en reposo y síntomas mecánicos como bloqueo o chasquidos articulares, resultado de la incongruencia articular o lesiones en el cartílago, con un impacto elevado en la funcionalidad de los pacientes. Al examen físico clásicamente se describe la limitación del rango de movilidad activo y pasivo. Estudio La NAV usualmente comienza en el aspecto superomedial de la cabeza humeral, porción que articula con la glena cuando el brazo se encuentra en 90º de abducción. En esta posición se concentra el estrés sobre la cabeza humeral. Radiografías El estudio comienza con la evaluación radiográfica, la cual permite etapificar la NAV según la clasificación propuesta por Cruess et al. Esta clasificación corresponde a una modificación de la clasificación de Arlet y Ficat, propuesta para la cabeza femoral. a. Etapa I: sin evidencia radiográfica de NAV, con cambios isquémicos solo demostrables en Resonancia magnética. b. Etapa II: Esclerosis de la cabeza humeral debido a microfracturas subcondrales sin colapso óseo. c. Etapa III: colapso de hueso subcondral evidente como “crescent sign”, el cual representa una fractura subcondral a través de hueso parcialmente necrótico que se extiende hacia el espacio articular. Este colapso se observa usualmente en el cuadrante superomedial y una vez que la NAV progresa hacia esta etapa, se asocia a peores resultados tanto clínicos como funcionales. d. Etapa IV: colapso avanzado de la cabeza humeral, con aplanamiento de la misma, pero sin pérdida de la congruencia articular.

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