Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 58 CAPÍTULO 8 NECROSIS AVASCULAR DE HOMBRO Dr. Cristián Reyes Araneda Tutor: Dr. Alonso Díaz González Introducción La Necrosis Avascular de cabeza humeral es una entidad clínica poco frecuente, pero que puede resultar en importantes secuelas para los pacientes. A la fecha, existe escasa literatura acerca de esta condición, lo que se debe posiblemente a su baja frecuencia y el poco entendimiento de su fisiopatología y naturaleza. Existen múltiples etiologías que pueden desencadenar una necrosis avascular de la cabeza humeral (NAV), incluyendo el trauma, infecciones, drogas y enfermedades sistémicas. La vasta mayoría de opciones terapéuticas están basadas en la NAV de la cabeza femoral. El motivo de esta revisión es realizar un repaso de su definición, fisiopatología, estudio y manejo de la NAV de la cabeza humeral. Desarrollo Definición y Bases anatómicas La NAV de la cabeza humeral, también descrita como osteonecrosis de la cabeza femoral, corresponde al resultado de una alteración en el aporte sanguíneo al segmento proximal del húmero, que en sus etapas finales culmina con la muerte celular, colapso de la cabeza humeral y el desarrollo progresivo de artrosis glenohumeral, con implicancias significativas en la calidad de vida y morbilidad de los pacientes. Es el segundo sitio más frecuentemente afectado por una necrosis avascular, tras la cabeza femoral. Es una entidad poco frecuente, que ocurre generalmente en pacientes entre 30-60 años, con una proporción de 7:3 entre hombres y mujeres al excluir el grupo de patologías autoinmunes. Se estima que entre 20.000 y 30.000 nuevos casos de NAV de la cabeza humeral son diagnosticados al año. El aporte sanguíneo a la cabeza humeral depende principalmente de la arteria circunfleja humeral anterior (ACHA) y la arteria circunfleja humeral posterior (ACHP). La arteria circunfleja humeral anterior ingresa a la epífisis en el aspecto anterolateral del surco intertuberositario en la corredera bicipital, y provee la mayor parte de irrigación de la epífisis mediante la arteria arcuata intraósea. Por su parte, la arteria circunfleja humeral posterior discurre a través del periostio posteromedial del calcar de la cabeza humeral. Clásicamente se creía que la arteria circunfleja humeral anterior correspondía al principal afluente sanguíneo de la cabeza humeral, pero estudios recientes han demostrado que aporta aproximadamente el 35% de la irrigación de la cabeza, siendo la arteria circunfleja humeral

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