Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 254 crecimiento es lento, lo que se traduce en una manifestación clínica oligosintomática, dificultando la sospecha temprana de infección. Factores de Riesgo La prevención de las infecciones periprotésicas involucra la identificación de factores de riesgo, algunos de los cuales son modificables y otros no. Los pacientes de sexo masculino tienen casi el doble de probabilidad de desarrollar una infección periprotésica y un riesgo casi tres veces mayor de requerir revisión por infección. Esto se debe, en parte, a una mayor prevalencia de Cutibacterium acnes y a los niveles elevados de testosterona presentes en los varones. La edad es otro factor relevante, ya que los pacientes jóvenes presentan una mayor probabilidad de infección periprotésica en el hombro, probablemente debido a una mayor población de C. acnes en la piel. Varios estudios sugieren que ser menor de 65 años, especialmente en el contexto de prótesis reversa (RSA), aumenta el riesgo de infección. Sin embargo, algunos registros australianos han refutado estos hallazgos. En cuanto a factores como diabetes, tabaquismo y un índice de masa corporal elevado (IMC), aunque la evidencia no es completamente consistente, diversos estudios han mostrado que estos factores tienen un impacto significativo, siendo considerados como riesgos para el desarrollo de infecciones periprotésicas. Asimismo, la cirugía de revisión y el uso de prótesis reversa tras fractura también se han identificado como factores de riesgo importantes. Clínica Las infecciones periprotésicas de hombro son habitualmente causadas por patógenos de baja virulencia, lo que conlleva a un curso clínico más insidioso y representa un desafío diagnóstico significativo. A diferencia de las infecciones articulares convencionales, estas infecciones no se presentan con signos clínicos evidentes como eritema, fístulas, aumento de volumen o fiebre, sino que se caracterizan por síntomas inespecíficos. Los síntomas más frecuentes incluyen dolor, rigidez y una evolución tórpida, sin una elevación significativa de los parámetros inflamatorios. Por esta razón, es esencial mantener un alto índice de sospecha clínica para poder identificar y tratar la infección de manera temprana y eficaz. El principal obstáculo en el manejo de estas infecciones radica en que, generalmente, el diagnóstico y tratamiento se demoran debido a la ausencia de características clínicas claras. Esta demora resalta la importancia de un diagnóstico temprano y un manejo oportuno para mejorar los resultados en los pacientes afectados.

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