Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 194 Ahora, si este manejo conservador falla y el paciente persiste con dolor, especialmente a nivel bicipital y en el entendido de que no tiene un desbalance vertical y no tiene una artropatía avanzada, es factible ofrecerle una tenotomía aislada al bíceps si es que la condición médica lo permite y esto ha tenido muy buenos resultados como se logra ver en este caso con esta paciente con buena movilidad y función y sin dolor a los seis meses post-tenotomía. Si este mismo adulto mayor evoluciona con una pseudoparálisis aguda, por ejemplo, en el contexto de una rotura aguda sobre crónica del mango rotador, probablemente también iniciaremos un tratamiento conservador en espera de rebalancear este hombro. Ahora, si este paciente no recupera la pseudoparálisis o si inicialmente consulta por una pseudoparálisis crónica en que ha fallado el tratamiento conservador y en el entendido de que tenemos una rotura irreparable del mango rotador con o sin artropatía y siempre que la condición médica lo permita, este paciente podría ser candidato a una prótesis reversa. Por lo tanto, no en todos los pacientes se realizará el mismo tratamiento y es importante considerar los factores previamente mencionados para elegir la mejor alternativa. Por el contrario, a lo anteriormente descrito en relación al manejo conservador, se realizará tratamiento quirúrgico pensando en una reparación del subescapular en pacientes jóvenes, activos, saludables, que tengan roturas traumáticas o una rotura de espesor completo grande que genere limitación funcional o, por ejemplo, inestabilidad bicipital. Esto siempre considerando pacientes con roturas reparables sin artropatía avanzada. Ahora, ¿por qué es importante reparar el subescapular? Porque al hacerlo restauraremos la fuerza y la función de este, también restableceremos el cable rotatorio anterior y la copla de carga horizontal, que ya vimos que es muy importante para el balance. Además, se evita la progresión de la lesión y eventualmente el desarrollo de la artropatía. Por otro lado, en el contexto de lesiones del supraespinoso o del mango posterior superior asociadas, la reparación del subescapular arrastra hacia el lateral el mango posterosuperior, disminuyendo la tensión y facilitando la reparación de este. Si no reparamos el subescapular y sólo manejamos el supraespinoso podríamos generar más tensión en la zona de la recuperación y esto podría conducir a una falla. Técnicas de Reparación del Subescapular Cuando se busca reparar el subescapular, se puede utilizar una técnica abierta, que es lo más clásico y por mucho tiempo fue el gold standard, o con técnica artroscópica. La reparación abierta permite una mejor movilización de los tejidos, especialmente en roturas muy retraídas, pero dificulta el diagnóstico de lesiones articulares asociadas. Además, puede haber más daño a partes blandas y existe mayor riesgo de infección. En general la consideramos para lesiones crónicas, retraídas, por ejemplo, las lesiones Lafosse tipo 4 o cuando puede ser necesario utilizar una transferencia muscular. El manejo artroscópico , por otro lado, mejora la capacidad diagnóstica y de manejo de las patologías articulares, es mínimamente invasiva y tiene menor riesgo de infección, pero

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