Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 190 Lo que vieron los autores en este estudio es que, por una parte, y obviamente, la pérdida de la rotación interna se asocia a lesiones del supraescapular, pero lo otro interesante que vieron es que el principal déficit de elevación y la generación de pseudoparálisis en el plano vertical se produce en aquellos pacientes que tienen compromiso significativo del subescapular. Por lo tanto, el subescapular es fundamental para el balance funcional del hombro. Evaluación Clínica del Subescapular Además de rescatar datos relevantes de la condición general del paciente, los síntomas que están generando problemas y los tratamientos realizados, es importante distinguir si estamos frente a una lesión traumática aguda o una lesión degenerativa. Esto, debido a que las lesiones se comportan de manera distinta y su enfrentamiento terapéutico también es muy diferente. En general, los pacientes van a consultar por los siguientes problemas, los cuales se pueden asociar en mayor o en menor medida a un cuadro de rigidez. Pueden presentar dolor anterior, especialmente con la movilidad y en relación con la corredera bicipital o a la tuberosidad menor y la coracoides. También podrían tener un dolor de carácter más bien inflamatorio o en el contexto de una rigidez. En la mayoría de los casos presentan patología bicipital asociada, ya sea una tenosinovitis, delaminaciones o lesiones parciales o un cuadro de inestabilidad por rotura de la polea medial. Por ejemplo, en estas fotos de resonancia podemos ver algunas imágenes de subluxación y luxación medial del bíceps en el contexto de lesiones del subescapular. Otro problema que presentan estos pacientes es la limitación de la movilidad. Van a presentar limitación y debilidad en las actividades que involucran la rotación interna y la aducción. Además, según el tamaño de la rotura pueden presentar mayor o menor desbalance funcional según lo descrito previamente. Por otro lado, roturas completas bien extensas pueden presentar un aumento de la rotación externa pasiva o incluso un lag de rotación interna. Es importante recalcar que en la presencia de una limitación funcional siempre es necesario descartar la presencia de una rigidez asociada, la que puede confundir nuestra evaluación. Respecto de las pruebas específicas para el subescapular, existen varias alternativas. Aquí se mencionan algunos de los que más comúnmente usamos en la práctica clínica del día a día en el equipo. El primero de ellos es el Belly Press Test, en este se solicita al paciente que presione el abdomen con la mano del lado afectado, manteniendo las muñecas rectas y los codos en 90 grados y una rotación interna máxima del húmero. Si la rotación interna es fuerte, el codo no se retrocede y se mantiene frente al tronco, pero si está lesionado el subescapular, el paciente no logra mantener la rotación interna máxima, el codo queda detrás del tronco y se tiende a flexionar la muñeca.

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