Patología de hombro
Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 189 Anatomía Funcional y Balance de Copias de Fuerza Desde el punto de vista funcional, el subescapular aporta el 50% de la fuerza del mango rotador. Es un rotador interno que actúa de manera sinérgica con el pectoral mayor, el redondo mayor y el latísimo del dorso, y según la posición del brazo puede participar en la aducción y en la extensión. Además, tiene un rol importante en la estabilidad glenohumeral anterior y actúa como “buttress" a este nivel. Por otro lado, provee la copla de carga horizontal anterior y por lo tanto es fundamental en el centraje glenohumeral, siendo éste esencial para lograr la elevación del brazo. Recordemos que la función del hombro depende del balance de las coplas de carga horizontales entre el subescapular por anterior y el infraespinoso y redondo menor por posterior y también de las coplas verticales entre el mango rotador en su conjunto y el deltoides. El mango rotador mantiene centrada la cabeza humeral con relación a la glena, aportando una zona de fulcro estable, con lo cual las fuerzas verticales del deltoides se transforman en fuerzas rotacionales y esto permite la elevación y en la medida en que mantengamos un buen balance de las coplas de carga. Es más, incluso en el contexto de una rotura masiva e irreparable, nosotros podríamos mantener una buena movilidad, pero si se pierde el equilibrio de las coplas de carga, se puede perder el balance funcional en el plano vertical, horizontal o en ambos. En el contexto de lesiones del subescapular, nosotros podemos perder el balance de manera aguda por lesiones traumáticas agudas, las que habitualmente se producen en pacientes jóvenes en contextos de traumas de alta energía que sufren mecanismos de hiperextensión forzada y rotación externa forzada, tanto en abducción como en aducción o procesos de luxaciones glenohumerales anteriores. También se puede producir en el contexto de lesiones agudas sobre crónicas, y en estos casos tendríamos una pérdida aguda de la elevación, habitualmente dolorosa, con un desbalance transitorio que podría evolucionar con un desbalance vertical definitivo en forma de una pseudoparálisis. Además, podemos perder el balance de manera crónica en el contexto de lesiones degenerativas no traumáticas del subescapular donde se ven implicados los mismos elementos de la fisiopatología de las lesiones posterosuperiores del mango rotador, con la diferencia que, dentro de los factores extrínsecos, tendríamos un pinzamiento subcoracoideo en lugar de un pinzamiento subacromial. En el caso de una lesión crónica que progresa, también podríamos presentar un desbalance en el plano vertical a modo de una pseudoparálisis. Patrones de Rotura del Manguito Rotador y Compromiso Funcional Es importante destacar que el déficit funcional dependerá del tamaño de la rotura, especialmente considerando los tendones comprometidos y, como vimos, el compromiso de las coplas de carga. Para entender esto, nos basaremos en la clasificación y la publicación del Dr. Collin, que divide las lesiones del mango rotador en cinco tipos dependiendo un poco del compromiso que presenten siendo este del supraespinoso, supraescapular superior, supraescapular inferior, infraespinoso y redondo menor y sumándose entre sí.
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