Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 187 CAPÍTULO 23 LESIONES DEL MÚSCULO SUBESCAPULAR Dr. Pablo Chamorro Pino Tutor: Dr. Susan Sulzer Grassau Introducción Las lesiones del subescapular, originalmente descritas por Smith en el año 1834, fueron históricamente consideradas como lesiones poco frecuentes. Esto, probablemente tenía que ver con la poca capacidad diagnóstica de aquellos tiempos. Hoy en día se sabe que, si bien, las lesiones aisladas del subescapular son poco frecuentes, abarcando entre un 6,4% al 10% de las roturas del mango rotador, ocurriendo habitualmente, en el contexto de lesiones traumáticas asociadas a roturas del mango posterior, es decir, lesiones posterosuperiores con compromiso del subescapular, situación en la que se han descrito lesiones del subescapular en hasta un 27% al 30% de las artroscopias diagnósticas y hasta un 49-59% de las reparaciones artroscópicas del supraespinoso. Desarrollo Anatomía El subescapular es el más grande y poderoso de los músculos del manguito rotador. Tiene forma triangular y se origina en la fosa del subescapular para luego insertarse a nivel humeral en tres zonas diferentes de inserción. Cada una de ellas, con función independiente. En cuanto a éstas, existen la zona superior que es gruesa y de forma tubular, la zona media más bien plana y tendinosa y la zona inferior que es fundamentalmente muscular y que se inserta a nivel de la metáfisis. Los dos tercios superiores corresponden a la porción tendinosa y generan torque para la aducción y rotación interna mientras que el tercio inferior tiene su principal rol en aumentar la estabilidad. Respecto a la anatomía insercional o footprint del supe escapular vemos que este músculo se inserta en la tuberosidad menor del húmero, en una zona de forma trapezoidal, que tiene aproximadamente 2.5 centímetros de largo por 1.8 centímetros de ancho, pero esto solo incluye la inserción proximal, correspondiente principalmente a la parte tendinosa. Si nosotros incluimos el footprint completo del subescapular, veremos que la inserción se extiende hacia la metáfisis del mismo hueso, alcanzando longitudes de hasta 4 centímetros totales. Ahora, más allá de la anatomía insercional de este músculo, es importante también, conocer sus diferentes relaciones anatómicas. El subescapular se relaciona con el ligamento glenohumeral superior, interdigitándose con sus fibras en la zona más proximal de la inserción. También se relaciona al ligamento glenohumeral medio que tiene una disposición más vertical y de hecho lo podemos usar en la artroscopia como un parámetro de referencia

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