Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 183 ❖ grado 3: Intervalo acromiohumeral ≤5 mm, con acetabularización del acromion; articulación glenohumeral normal. ❖ Grado 4 ➢ Grado 4a: Osteoartritis glenohumeral sin acetabularización, intervalo acromiohumeral <7 mm. ➢ Grado 4b: Artrosis glenohumeral con acetabularización, intervalo acromiohumeral ≤5 mm. ❖ Grado 5: Colapso subcondral de la cabeza humeral característico de la artropatía por desgarro del manguito rotador. Historia Natural Las lesiones del manguito rotador representan una de las patologías más comunes del sistema musculoesquelético, con una prevalencia que aumenta significativamente con la edad. Estas lesiones, que varían desde roturas parciales hasta completas, son frecuentemente asintomáticas en sus estadios iniciales, pero tienen un riesgo considerable de progresión clínica y anatómica. Comprender su historia natural es fundamental para optimizar las estrategias de manejo clínico y quirúrgico, maximizando los resultados funcionales y minimizando el impacto a largo plazo. La transición de roturas parciales a completas es un fenómeno bien documentado. Estudios longitudinales han demostrado que hasta el 48% de las roturas parciales progresan a desgarros completos en períodos de seguimiento prolongados. Este avance suele estar relacionado con un aumento de las tensiones biomecánicas en los tejidos restantes, lo que acelera el deterioro estructural. Paralelamente, el tamaño de la lesión se correlaciona directamente con la pérdida funcional y el dolor progresivo, siendo estos síntomas más marcados en lesiones mayores o que afectan múltiples tendones. La edad es uno de los principales determinantes de la progresión de las lesiones. A partir de los 50 años, la incidencia de roturas completas aumenta exponencialmente, alcanzando más del 50% en individuos mayores de 80 años. Este patrón está acompañado por cambios degenerativos como la infiltración grasa y la atrofia muscular, que comprometen tanto la capacidad de reparación quirúrgica como la funcionalidad a largo plazo. Adicionalmente, el nivel de actividad física es otro factor crucial, ya que las actividades repetitivas y las demandas biomecánicas excesivas aceleran la degeneración del manguito rotador, especialmente en hombros dominantes. La calidad del tejido también desempeña un papel clave en la evolución de la patología. La infiltración grasa, evaluada por la clasificación de Goutallier, y la atrofia muscular, son indicadores críticos de mal pronóstico, limitando las opciones terapéuticas. Cada aumento de 5 mm en el tamaño de la rotura duplica el riesgo de estos cambios degenerativos, dificultando la recuperación funcional incluso tras una reparación quirúrgica exitosa.

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