Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 148 deportiva, aunque presenta resultados inferiores en comparación con la técnica de Latarjet. Si bien esta afirmación proviene de la clase, múltiples metaanálisis sugieren que los resultados son similares, con una ligera ventaja para la técnica de Latarjet, incluso en casos de pérdida ósea glenoidea superior al 20%. La combinación de Bankart y remplissage ofrece buenos resultados en pacientes sin déficit glenoideo significativo y con defectos subcríticos menores al 25%, así como en aquellos sin lesiones enganchantes. Cirugía de Latarjet Esta técnica de reconstrucción no anatómica de la glena consiste en transferir la coracoides junto con el tendón conjunto y parte del ligamento coracoacromial hacia el margen anterior de la glena. Este procedimiento permite la reconstrucción ósea glenoidea, refuerza la cápsula articular y genera un efecto de hamaca. Este efecto se produce gracias al tendón conjunto que actúa sobre la porción inferior del subescapular cuando el paciente se encuentra en rotación externa y abducción, siendo probablemente el efecto más relevante de la técnica. La tasa de éxito de la cirugía de Latarjet se estima entre un 5.9% a 20 años. Cirugía DASS (Dynamic Anterior Shoulder Stabilization) En este procedimiento se utiliza la PLB para generar un efecto de hamaca similar al de la cirugía de Latarjet. Aunque aún hay pocos resultados publicados, se indica que es adecuada para defectos menores al 20% o subcríticos, y puede asociarse o no con el remplissage. Conclusión La inestabilidad anterior del hombro es una condición común que puede afectar significativamente la calidad de vida de los pacientes, y su manejo requiere una evaluación cuidadosa de diversos factores, incluyendo la edad, el tipo de defecto óseo y el nivel de actividad del paciente. Los procedimientos quirúrgicos han evolucionado con el tiempo, y actualmente se dispone de diferentes técnicas, como la reparación de Bankart y la cirugía de Latarjet, cada una con indicaciones específicas y tasas de éxito variadas. La identificación de defectos óseos, tanto glenoideos como humerales, es crucial para determinar el enfoque terapéutico más adecuado, dado que la presencia de estos defectos aumenta el riesgo de recurrencia. Los algoritmos diagnósticos y terapéuticos en la literatura ofrecen directrices que ayudan a clasificar los defectos óseos y a decidir entre tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos. Se ha demostrado que los defectos mayores al 20% requieren una reconstrucción ósea, mientras que los defectos menores pueden manejarse con técnicas de partes blandas. Además, la clasificación de lesiones como on-track y off-track proporciona información valiosa para predecir la estabilidad postoperatoria y el riesgo de recaída.

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