Patología de hombro
Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 136 e. Las luxaciones posteriores pueden causar una lesión de Bankart reverso, afectando el labrum posteroinferior. f. La lesión de Bankart óseo corresponde a una fractura avulsiva anteroinferior de la glenoides y puede ocurrir en hasta un 22% luego del primer episodio. g. La lesión de Hill-Sachs corresponde a una fractura por impactación de la zona posterolateral de la cabeza humeral contra la glenoides. Se estima que ocurre en un 40%-90% de las luxaciones anteriores y en un 100% de las luxaciones recurrentes. h. La lesión de Hill-Sachs reverso afecta la zona anterolateral de la cabeza humeral y ocurre en un 86% de las luxaciones posteriores. Clínica En la anamnesis debemos preguntar de manera dirigida y detallada el mecanismo lesional, tiempo de evolución y definir si corresponde a un primer episodio o a una luxación recurrente. En caso de episodios previos de luxación debemos solicitar al paciente todos los antecedentes médicos relevantes a estos episodios que nos puedan a ayudar a caracterizar de mejor manera al paciente y su lesión, como la presencia de lesiones asociadas, así como también tratamientos médicos o quirúrgicos realizados. Se debe preguntar además si el paciente realiza algún deporte, definir qué tipo de deporte realiza (contacto, overhead, etc), intensidad, y frecuencia de entrenamiento. El examen físico del paciente comienza desde que ingresa al box, donde es usual observar que este ingresa sosteniéndose el brazo afectado, el cual suele estar en una posición de ligera abducción, grado variable de rotación interna y codo flexionado. A la inspección se puede observar el espacio subacromial y pérdida del contorno normal redondeado del deltoides, lo que se conoce como “signo de la charretera”, haciendo referencia a las hombreras usadas en los uniformes militares. Los ROM activos y pasivos suelen estar muy limitados, con impotencia funcional importante. En algunos casos de luxación anterior es posible palpar la cabeza humeral en la cara anterior. Se debe realizar siempre un examen neurológico completo de la extremidad superior, siendo la lesión más frecuente la del nervio axilar. Este debe realizarse antes y después de la reducción y debe objetivarse siempre en ficha clínica del paciente. Además, se debe realizar una evaluación de la perfusión de la extremidad, buscando los pulsos distales.
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