Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 127 En las fracturas quirúrgicas de cuello en dos partes, subtuberositarias, la epífisis se inclina en varo o valgo, en inclinación ventral o dorsal, y el eje es desplazado hacia medial, anterior y en rotación medial por los músculos pectoral mayor, redondo mayor y dorsal ancho. En las fracturas de cuello quirúrgico en tres partes, subtuberositarias, en las que la línea de fractura se extiende hasta la tuberosidad mayor, el fragmento epifisario es rotado hacia atrás por el músculo subescapular y la diáfisis es empujada hacia medial y anterior. En las fracturas en tres partes que afectan la tuberosidad menor, la rotación externa de la epífisis humeral proximal envía la cabeza hacia anterior. En ambos casos, el húmero proximal no tiene la rotación correcta. En las fracturas intraarticulares de cabeza y tuberosidad en cuatro partes, ambas tuberosidades se avulsionan y las porciones correspondientes del manguito rotador pueden retraerse. Las relaciones estructurales en la articulación glenohumeral se alteran y la articulación ya no es congruente. Factores de riesgo de mal unión de fracturas de humero proximal Se realizó un estudio retrospectivo de bases de datos desde el 1 de enero de 2005 hasta el 31 de marzo de 2014, para determinar los factores de riesgo predominantes en los pacientes con no unión de húmero proximal. El estudio demostró cinco factores de riesgo asociados con tasas más altas de pseudoartrosis dentro de los 180 días posteriores al evento, la anemia ferropénica tuvo la asociación más alta, seguida del consumo de tabaco. También se encontró que los pacientes con artritis reumatoide, depresión y un IMC de 30-39 kg/m2 eran factores de riesgo significativos para la pseudoartrosis. Algunas comorbilidades comunes, como el sexo masculino, la diabetes y la hipertensión, no alcanzaron la significación estadística. Definición y Clasificación de las Secuelas Desde el punto de vista cronológico, consideramos “secuela” a partir de las seis semanas posterior al evento traumático. El doctor Walch clasificó estas secuelas en cuatro tipos, complementado por la clasificación descrita por Boileau en 1999: ❖ Tipo 1: Colapso o necrosis de la cabeza humeral. ❖ Tipo 2: Luxaciones o luxofracturas crónicas. ❖ Tipo 3: No uniones del cuello quirúrgico. ❖ Tipo 4: Mal unión severa de las tuberosidades. Estas se categorizaron en dos grupos: ❖ Intracapsulares (Tipos 1 y 2): Impactadas con distorsión leve de la anatomía. Hay continuidad entre la tuberosidad y la diáfisis. Resultados buenos y predecibles con prótesis no constreñidas en las (tipo I y II) impactadas intracapsulares. ➢ Mecanismos compresiones en eje lateral y AP dan secuelas de fracturas impactadas intracapsulares.

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