Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 112 principal ventaja es la preservación de partes blandas, con menor sangrado, morbilidad y tiempo quirúrgico. d. Manejo artroscópico asistido: útil en fracturas con compromiso articular que requieren reducción. La artroscopía facilita la visualización intraarticular y la fijación percutánea con tornillos canulados, dispositivos flexibles o suturas de alta resistencia, optimizando la precisión de la reducción. Complicaciones Dentro de las complicaciones lo más frecuente de encontrar corresponde a la presencia de una osteosíntesis sintomática, infección, hematoma, neuropraxia del plexo braquial o nervio supraescapular, y diskinesia escapular. En general todas estas más bien relacionadas al abordaje, sobre todo en aquellos más extensas y mayor exposición de la fosa infraespinosa En una serie publicada de 74 pacientes por Cole el 2011, se describe que el 100% de las fracturas presenta una unión, y tan solo un 3 de estas una mal unión. De las complicaciones, la más común corresponde una osteosíntesis sintomática requiriendo retiro de este en 7 de los 74 casos. En cuanto al dolor en fracturas de escápula manejadas de forma conservadora, se ha visto que mejora a los 2.7 meses en promedio. Las fracturas del cuerpo y cuello de la escápula presentan leve a moderada disfunción entre un 70-80% de los casos ortopédicos, dado por compensaciones biomecánicas. Esto siempre y cuando se mantenga la estabilidad del complejo suspensorio superior del hombro. Por otra parte, las infecciones y hematomas son poco comunes en los casos quirúrgicos, asegurando un adecuado drenaje de la herida operatoria. En casos con desplazamientos y angulaciones mayores, la probabilidad de desencadenar una diskinesia escapular es mayor, siendo importante restablecer la anatomía normal en casos con desplazamiento mayores. Conclusión Las fracturas de escápula y glenoides requieren de una valoración meticulosa en el contexto de traumatismos de alta energía, dada la alta tasa de lesiones asociadas y las implicancias funcionales que conllevan. El conocimiento detallado de la biomecánica escapular y del complejo suspensorio superior del hombro es fundamental para guiar un diagnóstico y tratamiento adecuados. Si bien la mayoría de los casos se resuelve mediante manejo conservador con resultados favorables, existen indicaciones específicas para la intervención quirúrgica, sobre todo en fracturas articulares desplazadas, disrupciones del complejo suspensorio o deformidades severas. La elección del tratamiento debe ser individualizada, considerando tanto las características de la fractura como los requerimientos funcionales del paciente. Una adecuada estrategia terapéutica permite no solo la consolidación ósea, sino también la preservación de la movilidad y fuerza del hombro, favoreciendo el retorno a las actividades habituales y la calidad de vida.

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