Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 111 Timing quirúrgico Dado que la mayoría de estos pacientes son politraumatizados, es relevante evaluar las distintas patologías involucradas y el estado de base del paciente para determinar el mejor momento para operar. Un estudio del 2009 concluye que el manejo quirúrgico tardío de estas fracturas (21 a 57 días post episodio) tiene resultados favorables y su intervención es segura, sin reportes de infección, complicaciones de la herida, ni casos de no unión. Sumado a esto, sobre el 80% de los casos volvieron a su nivel de actividad previo a la lesión a los 2 años. Sin embargo, se evidencia una mayor dificultad quirúrgica en relación con el manejo del callo blando, resorción de los márgenes de la fractura, y la contractura de partes blandas dificultando una adecuada reducción. Clavo endomedular Para el manejo de las fracturas de escápula se han descrito múltiples abordajes, dentro de los cuales aquellos por vía posterior son las más utilizados. Dentro de los distintos abordajes se encuentra a. Judet clásico b. Judet modificado c. Mínimamente invasivos d. Artroscópico Al planificar el acceso posterior debe considerarse la trayectoria del nervio supraescapular a través de la escotadura espinoglenoidea y el paso de la arteria circunfleja de la escápula por el margen lateral, aproximadamente 7 cm caudal a dicha escotadura. a. Abordaje de Judet clásico: se practica una incisión que recorre el borde medial de la escápula y continúa por la espina, levantando un colgajo muscular de base lateral compuesto por infraespinoso, deltoides posterior y redondo menor. Esta vía proporciona una exposición ósea amplia, útil en fracturas con conminución severa o abundante callo, siempre protegiendo la movilidad del nervio supraescapular. b. Abordaje de Judet modificado: indicado en fracturas de < 10 días de evolución que no exigen visualizar la cara posterior completa. Utiliza la misma incisión cutánea, pero accede por el intervalo intermuscular entre el redondo menor y el infraespinoso, respetando el plano internervioso axilar–supraescapular. Aunque ofrece un campo óseo menor (≈ 16,8 cm² frente a 98,6 cm² del clásico), permite identificar las mismas estructuras críticas y acceder al cuello glenoideo inferior mediante liberación de la porción larga del tríceps. c. Abordajes mínimamente invasivos: reservados para patrones simples y recientes (< 10 días). Se realizan dos incisiones—una sobre el borde medial y otra sobre el borde lateral (entre infraespinoso y redondo menor)—orientadas al trazo de fractura. Su

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=