Patología de hombro

Universidad de Chile Departamento de Ortopedia y Traumatología 101 fracturas desplazadas que involucran la unión del tercio medio y distal del húmero que son adecuadas para la osteosíntesis de columna única con una placa de húmero distal extraarticular (EADHP) y con una indicación de estabilidad relativa según los principios de la AO. Fijador externo La fijación externa sigue siendo una opción que considerar en ciertas situaciones, como pacientes politraumatizados, fracturas bilaterales y conminución grave de la fractura o lesión de partes blandas. Es importante tener en cuenta las estructuras neurovasculares en riesgo, sobre todo el nervio radial, durante la inserción de schanz en el húmero, en especial los distales. Los schanz proximales deben insertarse a nivel de la tuberosidad deltoidea o más arriba (hasta 8 cm distal al acromion para prevenir lesiones del nervio axilar), comenzando directamente lateral o ligeramente anterolateral (máximo 30°). Debido a la gran cantidad de estructuras en riesgo (nervio radial, musculocutáneo, cubital y mediano, y la arteria braquial), se debe evitar la inserción de schanz en la diáfisis media. Si un schanz en esta ubicación es absolutamente necesario, se debe utilizar un abordaje “miniopen” de 2 a 3 cm en lugar de su inserción percutánea para reducir el riesgo de lesión del nervio radial (lateral) o musculocutáneo (anteroposterior). Scaglione et al, revisaron retrospectivamente 85 fracturas del tercio distal del húmero diafisarias o extraarticulares tratadas definitivamente con fijación externa. Reportaron una tasa de curación del 97,6% en un promedio de 12 semanas, sin lesiones iatrogénicas del nervio radial por la colocación del clavo, aunque hubo 1 caso de neuropraxia, que se resolvió. Las complicaciones incluyeron 1 retraso en la unión, 1 refractura y 5 que curaron con deformidad angular residual. Resultados de tratamiento y complicaciones . Estudios sugieren que, si bien todas las modalidades de tratamiento dan como resultado resultados satisfactorios, el tratamiento quirúrgico, y específicamente la osteosíntesis con placa, debe considerarse el tratamiento preferido, ya que da como resultado tasas de consolidación de fracturas más favorables, menos complicaciones y mejores resultados funcionales. En una revisión sistemática por Van Bergen et al., se menciona que el tiempo hasta la consolidación (radiológica o clínica) es de 16 semanas para el grupo no quirúrgico, 14 semanas para el grupo con CEM, 15 semanas para el grupo de placas convencionales y 14 semanas para el grupo MIPO. La tasa de consolidación fue del 89% para el grupo no quirúrgico; 94% para el grupo CEM; 96% para el grupo con placa y 98% para el grupo MIPO. También señala que el riesgo de desarrollar no-unión después del tratamiento no quirúrgico es mucho mayor (11%) que después de cualquier tipo de estabilización quirúrgica (6% y 3% en el grupo de CEM y placa, respectivamente), en concordancia con revisiones anteriores en las que informan mayores riesgos absolutos de no-unión después del tratamiento no quirúrgico (15% y 18%) con OR 0,49 para la no-unión en el grupo quirúrgico en comparación con el grupo no quirúrgico. Se puede encontrar una ligera ventaja en la recuperación funcional

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