QUIPOema
q. 169 fueron pesados), pero luego uno descubre que fue organizada en torno a esta herramienta doméstica de limpieza. ¿Acaso barrer un espacio no es la mejor forma de conocerlo? ¿No se trata de medir la cabeza con las manos? Vicuña recientemente construyó Hilumbres/allqa hilvanando el es- pacio con puntadas largas y sueltas en el Béguinage Saint-Elizabeth de Kor- trijk. Para lograr un doble «tejido en el espacio», usó algodón blanco y negro industrial hilado en fábricas flamencas con materiales principalmente im- portados de países del «tercer mundo» (Turquía, Egipto, Perú, etc.) «Hablo al momento en que lo visible se vuelve invisible y viceversa», dijo Vicuña, «al momento en que la cognición, la definición, todavía no se ha formado. Al moverse por una habitación la gente debería descubrir los límites y tram- pas de su propia percepción, la atención dispersa». Hilumbres , una palabra inventada por Vicuña, se compone de las palabras hilo y lumbre que juntas significan «el hilo que atrapa la luz» o «el hilo de luz»; allqa es una palabra aimara y un término textil que refiere al agudo contraste en el juego de luz y sombra. En el ámbito textil se aplica a la conexión o encuentro de cosas que nunca pueden estar juntas: el blanco y el negro. En los tejidos andinos esta unión de opuestos genera una degradación o, en palabras de Vicuña, «una escalera suave» que aboga por un modelo de subjetividad no enraizado en el pensamiento binario: yo/otro, amor/odio, agresión/identificación, rechazo/ incorporación. Así mismo, debiera señalarse que en los textiles andinos y maya la unión de dos paneles tejidos muchas veces es el foco de articulación y elaboración. «No se busca que la costura pase desapercibida como ocurre en nuestra indumentaria. Por el contrario esta se enfatiza con puntadas de seda o rayón de colores intensos y formas enfáticas. Esto se llama randa ». Al tratar con el pasado y lo otro, esta obra subraya el cruce de límites y las costuras de la articulación cultural. Las palabras de Lygia Clark sobre su obra Caminhando (1964) ex- presan ideas parecidas sobre un continuo, un espacio «matrixial»: «Si uso una cinta de Moebius para este experimento es porque rompe con nues- tros hábitos espaciales: derecha/izquierda, frente/espalda, etc. Nos fuerza a experimentar un tiempo sin límite y un espacio continuo». En la obra de Cecilia Vicuña está en juego la exploración de una posibilidad de ver dis- tinta a la mirada fálica y en este sentido reúne los temas desplegados en las pinturas de Bracha Lichtenberg Ettinger, quien desarrolló la teoría psicoa-
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