QUIPOema
q. 167 Lygia Clark y Hélio Oiticica «gradualmente perdieron el lustre tecnológico asociado al constructivismo y se movieron (de formas muy distintas) a un uso de materiales comunes y relativamente carentes de valor que estaban a la mano en el ambiente cotidiano de Río». A pesar del aislamiento de estos artistas y la falta de comunicación entre la mayoría de los países sudame- ricanos, pareciera que Cecilia Vicuña llamaba su trabajo arte precario en 1966. Ese mismo año, Clark describía «la precariedad como una nueva idea de existencia contra toda la cristalización estática dentro de la duración: y el tiempo mismo del acto como campo de experiencia». Así como Vicuña se une a la búsqueda de Schwitters, Clark y Oiticica parecen volver a desper- tar propuestas visionarias y esfuerzos de artistas de preguerra (como Du- champ, Mondrian y Van Tongerloo, conocidos gracias a las bienales de São Paulo) para resistir «el creciente reino de la mercancía». Al mismo tiempo, en los sesenta y setenta, estos artistas sudamericanos tomaron posición respecto de las declaraciones del arte povera , recalcando con resolución su propia terminología y diferencias intrínsecas. En una carta a Clark del 15 de octubre de 1965, Oiticica señala: Esa es la gran diferencia con la expresión europea y norteame- ricana; el llamado arte povera italiano se hace con los medios más avanzados; es una sublimación de la pobreza, pero de ma- nera anecdótica, visual, un arte intencionalmente pobre, pero en verdad muy rico; es la asimilación de los restos de una civi- lización opresiva y su transformación en consumo, la capitali- zación de la idea de pobreza. Para nosotros no, parece que la economía de elementos está directamente ligada a la idea de estructura, la formación desde el comienzo, la no-técnica como disciplina, la libertad de creación como supra-economía, donde el elemento rudimentario libera estructuras abiertas. Según Guy Brett, «objetos materiales lingüísticos como los Bolides de Oiticica (bolas de fuego en portugués), sus Parangolés (capas), Penetra- bles , Nidos , etc. y las “propuestas” individuales y colectivas de Clark que usan plástico, sacos, piedras, aire, cuerda, arenas, agua, etc., no son “re- presentaciones” sino células, núcleos o centros de energía. El objeto mismo
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=