QUIPOema

q. 156 Hay evidencias de un patrón similar en los modos de expresión verbal de los hombres y visual de las mujeres entre los maya de las tierras altas. Los miembros masculinos de la jerarquía religiosa nativa usan una forma de discurso donde son comunes la repetición, la metáfora y otros patrones de sintaxis paralela. Los elegantes matices, las repeticiones y los patrones de color y diseño rítmicos aunque asimétricos, característicos de los textiles de telar de cintura de las mujeres maya, funcionan en el ámbito femenino como el equivalente del complejo juego verbal de los hombres maya. En sus performances, Vicuña habla mientras teje y teje mientras canta. Señoras de la aguja. Pareciera que incluso dentro de una cultura patriarcal y excluyente existen espacios de intervención donde las voces suprimidas no solo articulan sus experiencias y posiciones propias, sino también donde expresan su participación en la cultura como agentes acti- vos de transformación. Las técnicas de tejido permiten una movilidad de hacer y deshacer dentro del medio acumulativo de los textiles (agregando brocado, bordado, ribeteo y bordado de apliqué), aumentando el significa- do, poder, valor y despliegue visual. Las mujeres de Latinoamérica trans- forman objetos ajenos, influencias, materiales e ideas en collages llenos de propósito, según adoptan estéticas multívocas a culturas indígenas. Desde este punto de vista los textiles pueden ser leídos como textos activos que interpretan el diálogo intercultural en marcha de autodeterminación y he- gemonía cultural, así como el diálogo de intercambio entre el conserva- durismo y la innovación, entre continuidad y trasmutación. En el ámbito material, las mujeres latinoamericanas enfrentan la otredad, como conse- cuencia de algo remoto en el tiempo (el colonialismo) o algo remoto en el espacio (el primer mundo), creando una visión de la cultura indígena que equilibra ambos y al mismo tiempo demuestra su durabilidad a través de la fortaleza y vitalidad de su tejido. «Se trata de un acto subversivo porque coopta la tradición hegemónica que ve al tercer mundo como un territorio donde dejar caer sus productos». Considerando la obra de Cecilia Vicuña, ahora vemos con claridad cuán activamente participa en definir la cultura y el tejido social del lengua- je al alterar la gramática impuesta por las figuras de autoridad y al recupe- rar la textura de la comunicación. Las estrategias de Vicuña de improvisa- ción deliberada, razonada habilidad lingüística y acumulación, le permiten

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