QUIPOema

q. 149 tos y performances no anunciadas. En 1971 tuvo su primera exposición individual en el Museo de Bellas Artes de Santiago con la obra Otoño , para la que llenó la sala principal del museo con casi un metro de alto de hojas otoñales. En 1972 viajó a Londres con una beca para estudios de posgrado en la Slade School of Fine Arts y en 1973 expuso su obra en el Institute of Contemporary Art. Tras el golpe de estado de 1973 y la muerte del presi- dente Allende, Vicuña decidió no volver a su país y permanecer en el exilio en Inglaterra. Se convirtió en activista política y fundó, junto a Guy Brett, David Medalla y John Dugger, la organización Artists for Democracy para oponerse a la dictadura militar en Chile. Las ideas formuladas por Artists for Democracy conectó con el primer grupo de acción revolucionaria al que perteneció Vicuña, La Tribu No, quienes publicaron manifiestos y realiza- ron intervenciones públicas. Después de leer los manifiestos creacionistas de Huidobro y los textos futuristas, dadaístas y surrealistas, Vicuña creía que el único aporte posible de los habitantes del hemisferio sur era decir «no», tal como señala el «No-manifesto», que circuló como manuscrito de mano en mano en Santiago en 1967. El «No-manifesto» fue seguido de ac- ciones como la de instalar un Banco de Ideas para el presidente Allende, preguntando por teléfono «¿Qué es la poesía para usted?», compartiendo cartas «circulares», creando un Diccionario de piropos e insultos y una Enciclopedia del asco . Simultáneamente, el arte, la poesía y la música de Violeta Parra influyeron enormemente en las ideas de Cecilia Vicuña. Viole- ta Parra (1917-67) fue una campesina chilena, cuyas investigaciones sobre los tejidos, la poesía oral y la música chilena, así como su propia obra, for- maron las bases del movimiento llamado Nueva Canción Chilena. Se tra- ta de una obra política y contemporánea en su foco, que al mismo tiempo conservó los antiguos ritmos mestizos de la música tradicional y electrizó a toda Sudamérica. Enfrentada a un sentido de pérdida y aislamiento, Cecilia Vicuña abandonó Londres en 1975 y regresó a Sudamérica. Viajó a Bogotá, donde durante varios meses elaboró pancartas y diseños escénicos para compa- ñías como Teatro La Candelaria. Hizo conferencias por toda Colombia so- bre la lucha por la liberación de Chile y montó una película en una parada de buses cerca de una fábrica de santitos y una exitosa lectura de su propia poesía «erótica». En este periodo, Vicuña deslumbró a las personas con su performance sobre un vaso de leche derramada, Vaso de leche (1979). Por

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=