QUIPOema
q. 133 Entrando Pensé que todo esto era una forma de recordar. Recordar en el sentido de volver a tocar las cuerdas de la emoción. Re cordar viene de cor, corazón. * Primero sobrevino el escuchar con los dedos, una memoria de los sentidos: los huesos y plumas eran objetos sagrados que yo debía ordenar. Seguir su voluntad equivalía a descubrir una forma de pensar: los senderos que la mente recorría escuchando el material conducían a un antiguo silencio esperando ser oído. Pensar era seguir la música, el sentimiento de los elementos. Así empezó la comunión con el cielo y el mar, la necesidad de responder a sus deseos con una obra que fuera oración, gozo de los elementos. El gozo es la oración. Si al principio de los tiempos la poesía fue un acto de comunión, una forma de entrar colectivamente a una visión, ahora es un espacio al que entramos, una metáfora espacial. La metáfora establece su propio espacio de creación. Si el poema es temporal, un templo oral, la forma es un templo espacial. Ambos son entrada al espacio sagrado del metaforizar. Metapherein: llevar más allá a otro espacio de contemplación: con templar nos templa juntos o templa simultáneamente lo interior y exterior. Forma activa de contemplación, la metáfora espacial une dos formas de oración, espacial y temporal.
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