Higiene postural y trabajo del suelo pélvico para trabajadoras del hogar

36 El fuerte compromiso de Nadia como educadora, con el aprendizaje y bien- estar de la comunidad se expresó en el taller, desde su saber pensar-hacer como vecina y con las herramientas procesadas para enfrentar las proble- máticas de sus cotidianidades, apor- tó la cercanía necesaria para provocar espacios de confianza. De igual forma, su pedagogía consistió en una relación orientada a dialogar con las integran- tes, reconociendo nuevos conoci- mientos o aprendizajes trabajados en colectividad con aportes de todas, pero contando con su guía como educadora. Tam- bién la metodo- Favoreció en qué pudimos hablar de cosas que nos pasan y fuimos escuchadas con mucho respeto eso generó un ambiente muy grato entre todas , además con los ejercicios que nos enseñaron a mejorar la calidad de vida , en mi caso personal me pude dar cuenta que en mi entorno existen personas con distintas formas de vida , a veces no tienen con quien desahogarse . Fue muy valioso que la creación de este taller fuera en el sen- tido de construir procesos, no de cara a resultados preconcebidos. La posibilidad de caminar entre parti- cipantes, educadora, coordinadoras conforme se van reconociendo a las personas, sus necesidades, tensiones y preguntas que se abren en el cami- no, nos lleva a distinguir la flexibilidad y la apertura como valores, para saber modificar, cambiar ciertos momentos y conocimientos preconcebidos. No te- ner un diseño estricto en este tipo de actividades es también una forma de resistir ante protocolos y estándares de producción que no dialogan con los logía del taller fue personalizada y en- focada en conocer a las participantes tanto individual como grupalmente. Desde las participantes, la impronta del autocuidado surgió muy claro en todas, siendo una resultante interesan- te y gestada junto con otros elementos que provee el espacio colectivo como lo plantean varias de ellas al ser con- sultadas y que está lejos de sólo haber adquirido herramientas técnicas. Tris- teza, angustia, preocupación, empatía obviamente por sus familiares, y por otra parte rabia, decepción, o como estar ya “chatas”, de sentir que se ha servido toda la vida, confluyen en dis- tintos momentos y son contenidas en la grupalidad: momentos y contextos de vida comu- nitaria. En el camino de la experiencia, la idea de proponer el mapeo corporal fue un aspecto emergente y creativo, que surge porque inquieta a Nadia el poder generar conversaciones más profundas, desde una actividad que involucra al cuerpo, que no quiere ser tratada solo como “hacer ejercicio”, sino intentar conectar con sentires y reflexiones que resuenen con las vidas de las personas. Así también, la ex- periencia vivida respecto de la muerte de los jóvenes en la Río, uno de ellos hijo de una asistente al taller y vecina conocida y ellos reconocidos por la mayoría, y de una u otra forma todas involucradas y sintiendo el duelo, no cabe dentro de una estructura formal de actividad educativa inflexible, enfo- cada en resultados.

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