Higiene postural y trabajo del suelo pélvico para trabajadoras del hogar

32 Las labores del hogar afectan negati- vamente a las mujeres, ya que al en- contrarse al cuidado de sus hijos/as, sobrinos/as o nietos/as y de la casa en general no cuentan con tiempo de uso personal y no pueden abandonar sus hogares, impidiéndoles desarrollarse económica, educativa y socialmen- te; como también, forjar lazos comu- nitarios con sus pares y vecinos/as. Las participantes mencionaban que se sentían atrapadas en sus hogares y alienadas del resto de la sociedad. Agregaban, además, que si llegaban a salir muchas veces tenían que ir con sus hijos/as y/o nietos/as o buscar quien los cuidara, debiendo “dejar todo listo” en sus hogares para sus familia- res (ya sea la comida, el aseo, entre otras cosas). Es más, se comentó que todo el día se encontraban realizando labores de cuidado —orden y aseo del hogar, cuidados de niñeces, cuidados de animales de compañía, alimenta- ción, etc.—, las que no se centran úni- Participantes elongando previamente a la rutina de ejercicios. Imagen: Carbonell, 2023 3 Rodríguez, C. (2015). Economía feminista y economía del cuidado. Aportes conceptuales para el estudio de la desigualdad. Nueva sociedad, 256, 30-44. https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/47084/CONICET_Digital_Nro.09d94638-7418-4ac1-8de7-ad4258313f48_A. pdf?sequence=2&isAllowed=y Salir del atrapamiento del hogar camente en el cuidado como tal, sino que incluyen el propiciar y gestionar las precondiciones necesarias para su ejecución (Rodríguez, 2015) 3 . A partir de esto, se reflexionó sobre lo complicado que resulta luchar contra el sistema impuesto, especialmente si lideras esta lucha en soledad, ya que son los roles de género impuestos los que —generalmente— determinan la vida que llevan las mujeres, ocasio- nando que esta gire en torno a los cuidados ajenos, quedando alienadas y relegadas de sus propias vidas y su- mergidas en la rutina. Es por ello que el aprender a identificar y manejar la rela- ción que tienen sus cuerpos, sentidos y contextos resulta fundamental para luchar contra este sistema y poder generar una resistencia en conjunto a otras mujeres. El tiempo que le dedi- can al taller es leído como un tiempo propio y de lucha comunitaria política y territorial contra el rol de género de la “dueña de casa”, empezando por tratar las consecuencias negativas que este genera para sus bienestares y en forjar lazos con otras mujeres.

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