Red por el agua. Adaptación al cambio climático y la sequía en Aconcagua: estado, desafíos y oportunidades
Adaptación al cambio climático y la sequía en Aconcagua: estado, desafíos y oportunidades 32 das recientes, ubicadas en zonas rurales sin cobertura o factibilidad de agua potable, ya sea por empresa sanitaria o por SSR. Esta vulnerabilidad no se distribuye de manera igual en toda la cuenca, sino que hay zonas espe- cíficas que se ven más o menos afectadas, aunque esto cambia dependiendo de cual sector se está considerando. Por ejemplo, en el sector ecosistemas, se observa que la zona más sensible a la sequía corresponde a la cuenca baja (cuarta sección), donde se sitúan parches nativos y plantaciones forestales. Otros hotspot de vegetación (de cuenca media y baja) alrededor de la red hidrográfica también presentan alta sensibilidad. La zona media de la cuenca, entre la segunda y tercera sección existe una baja sensibilidad, ya que el caudal ecológico es más alto en proporción al resto de secciones, representando mejor protección de los ecosistemas (Figura 10a). Figura 10: Sensibilidad de los sectores ecosistemas (panel a: izquierda) e infraestructura (panel b: derecha) a la amenaza de sequía, cuenca de Aconcagua. Fuente: Elaboración propia, 2025. En el caso de la infraestructura (Figura 10b), la unidad espacial de representatividad corresponde a las comunas. La comuna de Concón en la desembocadura del río Aconcagua aparece como la menos sensible, ya que posee alta cobertura de servicio sanitarios y un bajo consumo de agua en comparación al resto de las comunas, en parte por la baja área destinada a cultivos. Al contrario, la comuna de Quillota es la más sensible a la sequía, debido a la combinación entre una alta huella hídrica y la condición de escasez que experimenta.
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