Prender fuego. Antología. Primer Concurso Latinoamericano de Cuentos Marta Brunet

91 la relevancia de lo que escribíamos, su contribución al mundo de las ideas. Cuánto avanzaban el conocimiento de la humanidad. El profesor parecía haberse ido convenciendo cada vez más a medida que avanzaba en su discurso. Su tono encendido y sus mejillas cruzadas por manchas irregulares de color reflejaban tanto la pasión como el whisky acumulado. —Ahora, lo que importa es ser publicado. Y mientras más inane sea lo que escribes, mientras más desdentado , mientras más servil y funcional al poder sea lo que escribes, mejor para el Journal of … International … Mental Defecation . La miró con una gran sonrisa y los ojos brillantes, esperando a que ella le riera la broma. Cuando no lo hizo, frunció los labios y remató con desprecio: —Tiempo atrás, ser doctor significaba algo. Ahora, solo sig- nifica que sabes a quién sobarle el lomo. Acentuó las últimas palabras con golpes de la taza sobre la mesa, salpicando la madera de gotas ambarinas. Él esperó, pero ella no respondió. Se terminó el whisky a grandes tragos y todavía no tuvo respuesta. Sintió que lo ahogaba el cuello de la camisa, así que se desabrochó el botón y se aclaró la garganta, antes de continuar. —Yo podría haberme doctorado en una de esas fancy uni- versities , ¿sabes? Si hubiese querido, hubiera podido, fácilmente. Pero hay algo que importa más que el glamour, el oropel y el gran diploma europeo. Y son los principios, Adriana. La hones- tidad intelectual. Nuevamente se hizo un silencio hasta que ella respondió con voz queda: —Creo que mi honestidad intelectual nunca ha estado en duda. Y creo que mis ideas son innovadoras y cuestionadoras.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=