Prender fuego. Antología. Primer Concurso Latinoamericano de Cuentos Marta Brunet

64 de que la Gaby no veía muy bien y le daba trabajos que fuesenmás fáciles para ella, así la cuidaba. Hay que polinizar pensamientos para la producción de semi- llas; es importante tener una cantidad suficiente de polen guar- dado para que la producción sea buena. En la mañana hay que sacar los pétalos que producen polen de las flores en botón: los pensamientos se castran para convertirlos en hembras. En la tarde, la f lor se abre por el calor y es el tiempo justo de polini- zación. Los pensamientos que no se alcanzan a castrar y florecen, se cortan. Algunas mujeres recogen las semillas durante todo el día; esa es la labor más ambicionada por todas, son puestos para trabajadoras de confianza. Después, las semillas se separan por color y se empaquetan. Nadie sabía para qué se tenía tanto cuidado y ni por qué se producían tantos kilos, solo sabíamos que se expor- taban. Con el tiempo, supe que con esas mismas semillas había todo un negocio en el extranjero: eran la base para producir flores comestibles, por ese entonces la decoraciónmás sofisticada y lujosa de los platos en restoranes de varias estrellas en Europa y Japón. Era un trabajo limpio; no nos ensuciábamos mucho las manos ni la ropa, solo había que aguantar temperaturas de cuarenta gra- dos Celsius dentro de los invernaderos. Lo único relativamente difícil era introducir la cantidad suficiente de polen al pistilo, sobre todo en los mini pansies , una versión minúscula de pensa- miento. Esa variedad producía poco polen y se perdía mucho por el tamaño del pistilo. Además, como si fuera una burla, en esa sección había un grupo de mujeres con muy mala vista: mujeres mayores, sin opción de pagar un buen oftalmólogo ni de conse- guir alguna hora en el hospital para tratarse el problema. Se con- formaban con comprar lentes ópticos en las cunetas del centro,

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