Prender fuego. Antología. Primer Concurso Latinoamericano de Cuentos Marta Brunet

60 Si bien no era muy buena para el trabajo pesado y no le gustaba el ambiente, la compañía era necesaria. Las mujeres jamás buscaban trabajo solas en los potreros; siempre acompañadas, siempre una amiga al lado para ayudarse. Estuvieron limpiando uvas pasas en una bodega. Era una pega simple, livianita, solo había que sacar el palito de las pasas y des- cartar las feas o sucias. Hasta yo, a los once años, lo hacía con gran pericia. En esa época los trabajos escaseaban y, con las ridí- culas medidas estatales de creación de empleos, las mujeres barrían las calles en grupos, como piños de palomas que recogen miga- jas. Paseaban de cuadra en cuadra limpiando calles por un sueldo miserable. Las más habilosas se dedicaban a tejer ropa de gua- gua en los talleres de las poblaciones, luego la entregaban a Cema Chile. Esas mismas prendas eran llevadas en paquetitos a los hos- pitales públicos con bombos y platillos por la señora del dictador. Eran tiempos de escasez y como la necesidad se soluciona con dinero, las temporeras llevaban todas las manos posibles al campo: hijas, hijos, sobrinas o nietos, cosa de llenar la mayor cantidad de sacos en los porotos o cajones en los tomates o kilos de pasas lim- pias. Así fue como me inicié. Fui la ayudante de mi madre desde antes de aprender a leer, en una época en que los derechos huma- nos no existían y el trabajo infantil no contaba como vulneración, al contrario, era la forma de poder soportar la miseria. Ese mediodía, luego de una mañana completa recorriendo faenas, packings y potreros con la esperanza de encontrar alguna peguita, llegaron a la casa de mi abuela, cansadas y sin haberlo conseguido. La Gaby hacía la hora para quedarse a almorzar; tenía esa habilidad. Siguió a mi madre como un cachorrito abandonado hasta la casa de mi abuela. Creo que mi madre se sintió mal, pero no dijo nada: si hubiera sido nuestra casa, no hubiese tenido pro- blema, prepara algo y la invita a almorzar. Pero, aunque vivíamos

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=