Prender fuego. Antología. Primer Concurso Latinoamericano de Cuentos Marta Brunet
37 La trocha es una mala palabra. Es preferible no nombrarla, por las dudas se venga a alojar la idea en el cuerpo. La trocha no es un límite ni un trazo divisorio: una tierra con costuras, un mar de lágrimas donde conviven todas las miserias. La trocha es una herida abierta que drena. Un magma donde bullen ejército, civiles, guerrilla, gobierno, trocheros, comerciantes y narcos en un infierno escandaloso. Unos huyen, otros hacen negocios. Alguna mujer grita. Cruzar, atravesar el río es lo único que importa. Con la esperanza se hace lo que se puede. En esa zona de desorientación, todos quie- ren ser otros, aunque no saben quién: en la frontera, la identidad se desintegra en mil pedazos. A cada paso los caminantes de frontera van deshilvanando su pasado, ¿para qué les serviría ahora si ya no son aquellos? Pero, al abrir sus mochilas, brota un aroma a hogar muy diferente de Angustia por la fuga de las horas, debida no al temor de la muerte, sino a la imposibilidad de vivir, a la imposibilidad de seguir. Entre dos orillas, amor mío, el río es la carga. Edmond Jabès
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=