Prender fuego. Antología. Primer Concurso Latinoamericano de Cuentos Marta Brunet

105 A p e g a d o a m í Gabriela Mistral Velloncito de mi carne que en mi entraña yo tejí, velloncito friolento, ¡duérmete apegado a mí! La perdiz duerme en el trébol escuchándole latir: no te turbes por mi aliento, ¡duérmete apegado a mí! Hierbecita temblorosa asombrada de vivir, no te sueltes de mi pecho, ¡duérmete apegado a mí! Yo que todo lo he perdido ahora tiemblo hasta al dormir. No resbales de mi brazo: ¡duérmete apegado a mí! * Después de la improvisación, los niños le contaron a sus padres sobre la clase. Me despidieron de inmediato. «Juan deberá asis- tir a varias sesiones con la psicopedagoga», me dice el director del colegio. «¿Qué te pasó? ¿Por qué hiciste eso?», pregunta. tomo a luisa en brazos me acerco hasta donde está juan Juan sigue llorando, no para de llorar se le caen los mocos otros niños han empezado a llorar separo a luisa de mi cuerpo, la dejo caer zuzu no hace nada, solo llora todos empezamos a llorar

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