Prender fuego. Antología. Primer Concurso Latinoamericano de Cuentos Marta Brunet
103 debe ser disparada. Si no, no la pongas ahí», dijo Chejov. Mañana probaremos otro ejercicio con los niños del colegio de la precordi- llera. Mañana haremos una creación colectiva. * En la cuenta de Instagram del zoológico de Taskent hay una foto de Zuzu, el oso. El texto que acompaña la fotografía, que copio y pego en el traductor de Google para poder entenderlo, dice lo siguiente: «Zuzu llegó a nosotros desde el zoológico de Bakú en 2017 e inmediatamente se ganó el cariño de todo nuestro equipo gracias a su apertura, alegría y amor por las personas». * Los niños celebran la idea de hacer una obra sobre osos. Los niños aman a los animales. Les pido que imaginen que son osos que viven en un bosque. Allí, cazan peces en el río, tienden su cuerpo sobre la hierba, se esconden en cuevas. Los cuerpos de los niños siguen la instrucción. Después, les digo que se muevan por la sala e imaginen que ahora viven en un zoológico, que su casa es una jaula, que alrededor pueden ver a los otros animales, tam- bién están en sus jaulas: monos, loros, serpientes. Los niños avan- zan por el suelo, algunos se revuelcan, otros rugen. «No son osos panda», les digo. «Son osos pardos, esos café». Algo cambia en los niños al recibir esa instrucción. Dos se ponen a pelear, uno muerde a otro, tengo que separarlos. «¡No!», les digo. «Estos osos tienen apertura, alegría y amor por las personas. No se mor- derían entre ellos».
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