Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro
91 el Congreso chileno), el Convenio de Basilea (firmado por Chile en 1992) y el Programa de Acción Mundial, que contiene disposiciones sobre cuestiones marítimas. En 1999, en una excelente iniciativa, la comunidad científica interna- cional emprendió una investigación llamada Evaluación Global de Aguas Internacionales ( GIWA , por su sigla en inglés: Global International Waters As- sessment), cuyo objetivo fue evaluar de manera integral el estado ambiental de los océanos, las fuentes de daño y los posibles escenarios futuros para su protección. En 2006, GIWA publicó su informe final destacando los siguientes problemas a nivel global: escasez de agua dulce, contaminación, sobrepesca y otras amenazas a los recursos vivos acuáticos, modificación del hábitat y la comunidad y el calentamiento global. Para la región asociada a la Corriente de Humboldt ubicada al oeste y centro de América del Sur (Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile), GIWA reportó que la economía de la región se basa principalmente en la pesca, la agricultura, la industria petrolera, la minería y el transporte marítimo; el resul- tado de las actividades de estos sectores provocan dos problemas ambientales y socioeconómicos prioritarios en la región: la contaminación del océano y la explotación insostenible de los peces y otros recursos vivos. Un problema bastante diferente ocurre con los ecosistemas terrestres. Estos tienden a estar dentro de un país, pero la comunidad internacional está preocupada por tratar de protegerlos, particularmente porque algunas de las comunidades más pobres del mundo viven en áreas amenazadas por la pérdida de capacidad productiva a causa de la desertificación; es decir, la transforma- ción de áreas terrestres en desiertos esencialmente inhabitables que no pue- den soportar poblaciones humanas. Esto plantea sus propios problemas con respecto a una estrategia internacional coordinada. La desertificación es causada por una combinación de variaciones cli- máticas y actividades humanas. Las tierras secas vírgenes sufren durante los períodos de sequía, pero generalmente pueden recuperarse por sí solas. Sin embargo, cuando estas áreas se explotan simultáneamente para beneficio eco- nómico humano, el estrés combinado sobre el ecosistema resulta excesivo. Por lo tanto, el cultivo y el pastoreo excesivos, la deforestación y el riego deficiente por parte de los seres humanos juegan un papel importante en el problema de la desertificación. Los resultados de la desertificación pueden ser desastrosos, el efecto cla- ve es la pérdida de los recursos primarios (tierra fértil, vegetación y cultivos) que sustentan la actividad económica. Aunque los efectos de la desertificación son más alarmantes en las regiones pobres, la pérdida de productividad resul- tante es perjudicial a nivel global. Kofi Annan, exsecretario general de la ONU , advirtió que“la desertificación (…) afecta a un tercio de la superficie terrestre, poniendo en riesgo a 1.200 millones de personas en más de 100 países”.
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