Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro
85 en vigor en 1975. Más de 5.000 especies de animales y 30.000 especies de plan- tas están actualmente protegidas por la CITES , cuyo objetivo es velar porque el comercio internacional de vida silvestre no constituya una amenaza para su supervivencia. Más de 175 países son parte de CITES , incluido Chile. En térmi- nos generales, esta convención busca regular, y no prohibir, el traspaso a nivel de fronteras de especies que se encuentran con problemas de conservación. Estas regulaciones son aplicadas tanto a los especímenes animales y vegetales vivos, así como para todas sus partes y/o derivados tales como animales em- balsamados, pieles, huesos, plumas, cráneos, trofeos, muestras de tejido y otros materiales biológicos, productos farmacéuticos y marfil, entre otros. Las regulaciones al comercio internacional que impone CITES se aplican solo a las especies incluidas en alguno de sus tres listados de especies. En otras palabras, los especímenes no incluidos en los listados, y en consecuen- cia no incluidos en la Convención, no se encuentran sujetos a las restricciones establecidas por CITES , pero sí a las regulaciones de comercio interno y de tipo zoo/fitosanitarias de cada país. Por ejemplo, en Chile, las autoridades adminis- trativas encargadas de esto son el Servicio Agrícola y Ganadero ( SAG , fauna silvestre), la Corporación Nacional Forestal (Conaf, flora terrestre) y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca, fauna hidrobiológica), las cuales aplican las leyes internas y relacionadas con CITES de manera rigurosa. En con- traposición, algunos países como Tailandia, Indonesia e India son criticados por grupos ambientalistas por tener una regulación interna débil. Algunas organizaciones no gubernamentales ambientalistas abogan por ir más allá de CITES , apuntando a establecer controles internacionales para la protección de los animales dentro de los países. Sin embargo, las naciones se han resistido a tal idea debido a la supuesta invasión de su soberanía que tales controles representarían. Por otro lado, el comercio de vida silvestre también ha provocado una reacción contraria por parte de los grupos de defensa de los derechos de los animales que, a su vez, muestran algunas características intere- santes de conciencia ambiental en una sociedad globalizada. Ejemplos de esto, han sido las campañas para proteger varias especies de la explotación comercial, tales como“la piel es asesinato”,“salva a los delfines” y“salva a las ballenas”, para cambiar la demanda de bienes derivados de la vida silvestre e instar a no adquirir/consumir este tipo de productos. Estas campañas muestran la capacidad de los grupos ambientalistas para organizar activistas en todo el mundo, a través del internet, e influir en las políticas a nivel nacional e internacional, lo cual es, en sí misma, una característica más de la globalización. Los problemas que enfrentan los animales en una economía globalizada ejemplifican los problemas que surgen repetidamente a lo largo de esta sección. En el caso del comercio internacional de animales, los gobiernos han acorda- do un tratado internacional para cubrir el comercio legal de animales, pero el comercio ilegal sigue siendo lucrativo y la protección nacional de los animales
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