Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro

63 El Estado en América Latina es relativamente débil para corregir des- igualdades generadas endógenamente por el sistema económico usando el sis- tema tributario y las transferencias del Estado. Esto se refleja que en América Latina la tributación indirecta (impuesto al valor agregado e impuestos espe- cíficos) representa cerca del 50 por ciento de los ingresos tributarios totales en contraste con el de menos de un tercio en la OCDE . En esta última, la contribu- ción de los impuestos directos (impuestos a la renta ) a los ingresos totales del Estado representa una participación muy superior que en América Latina. Por otra parte, las transferencias sociales tienen menor cobertura que en los países desarrollados. El Estado de Bienestar europeo —con sus prestaciones univer- sales de salud, educación, pensiones— tiene asociado niveles de tributación cercanos al 35 por ciento del PIB , con países escandinavos llegando al 50 por ciento. En contraste, el coeficiente de tributación al PIB promedio de América Latina es cercano solo al 20 por ciento del PIB . Con menos recursos tributarios hay menos capacidad de financiar gastos sociales de mejor calidad y cobertu- ra 19 . Una característica ya estructural del Estado latinoamericano es su incapa- cidad endémica de hacer que las elites económicas tributen más para financiar el gasto social que beneficia a los sectores más pobres. Entre este gasto social, naturalmente, también se encuentra el gasto en el sector de la salud. Reflexiones finales Uno de los rasgos más importantes de la desigualdad en Chile y el resto de América Latina es su persistencia y continuidad en el tiempo. Esta desigualdad se refleja en el sector salud con una asignación de recursos al sector inferior a naciones de mayor nivel de desarrollo económico, tanto en montos absolutos como en términos relativos. El periodo colonial sentó las bases de una amplia desigualdad en la te- nencia de la tierra y los recursos naturales en el marco de sociedades muy estra- tificadas socialmente. Tras la independencia y la formación de las repúblicas en el siglo XIX , la propiedad de los principales recursos económicos físicos se man- tuvo en manos de las elites locales que gobernaban sin contrapesos reales en democracias con mínima participación electoral, lo que les permitía mantener su concentración de poder económico y político. En el siglo XX la desigualdad de ingresos se mantiene alta e incluso aumenta respecto al siglo XIX con Ginis promedios en torno al 50 por ciento. La“gran nivelación”que ocurrió en Euro- pa y Norteamérica entre 1913 y 1970 no tuvo lugar en América Latina, a pesar 19 La diferencia promedio entre el Gini de ingresos de mercado y el Gini de ingreso disponible (ingresos de mercado ajustados por impuestos y transferencias realizados por el Estado) es de 3-4 puntos porcentuales en América Latina; en contraste, en los países de la OCDE, en prome- dio esta diferencia es de 12-14 puntos porcentuales, asociados a la acción del Estado a través de tributos y transferencias.

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