Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro
62 En la década de 1980 la desigualdad de ingresos aumentó en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Paraguay, aunque se redujo en Uruguay y Costa Rica. La evidencia histórica internacional muestra que, en general, la desigual- dad tiende a incrementarse durante y después de la ocurrencia de crisis eco- nómicas (Solimano, 2020). En la década siguiente, los 90, vuelve a elevarse la desigualdad esta vez asociada con las políticas de reforma económica neoliberal conocidas como el“Consenso de Washington”. Estas reformas pusieron acento en la estabilización macroeconómica, la privatización de activos y empresas del sector público y, en varios países, la privatización del sistema previsional (Soli- mano, 2021b) y la desregulación y apertura comercial y financiera con el exterior. Al mismo tiempo, se debilitaron los sindicatos y se fortalecieron las centrales empresariales. A nivel de países se producen aumentos muy marcados de des- igualdad en Argentina, Costa Rica,Venezuela, con aumentos también de la des- igualdad en Ecuador, Perú, Bolivia, Honduras, República Dominicana y Uruguay (Cornia, 2015). Se produjo una mayor informalización del mercado laboral y aumentaron las brechas salariales y de beneficios entre gerentes y altos puestos administrativos, por un lado, y empleados medios y obreros, por otro. También aumentaron los precios de activos como acciones, bonos y propiedades. A partir de la primera década del siglo XXI se produce una“ola posneo- liberal”de cambio político en Argentina, Brasil, Bolivia,Venezuela y Ecuador, en que los gobiernos de estos países buscaban alejarse de las políticas del Con- senso de Washington. Entre 2002 y 2012/13 también se produce un boom en el precio de los bienes primarios, como el petróleo, cobre, soya y varios metales, que beneficia a economías latinoamericanas cuya estructura exportadora está concentrada en productos primarios. Los gobiernos postneoliberales además intensificaron las transferencias monetarias a los grupos de baja renta y, en varios casos, se aumentó con vigor la inversión pública. Se observó un ciclo de mayor crecimiento y menor desigualdad. Concentración del poder económico y el débil rol redistributivo del Estado La alta concentración de la riqueza en los segmentos más ricos de la población genera una excesiva influencia de las elites económicas —que controlan una par- te muy significativa de la riqueza financiera y productiva de los países— en las políticas públicas de sus países. Se pueden distinguir varios mecanismos para ejercer esta influencia: donaciones a campañas políticas, control de los me- dios de comunicación, influencia sobre expertos e intelectuales y otros métodos (Solimano, 2022). En particular, en América Latina, las elites económicas han tenido, históricamente y en el presente, una capacidad efectiva de bloquear aumentos de impuestos a la renta y al patrimonio restando recursos para los sectores sociales, incluyendo la salud.
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