Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro

53 ¿por qué parece ser que esta región, contando con 3 miembros en el G-20, pa- rece estar quedándose al margen? (Lagos, 2021).Y añadimos: ¿Podría un nuevo “G-4” de América Latina y el Caribe impulsar un acuerdo de financiamiento compartido para un plan de distribución y/o fabricación de insumos, medica- mentos, vacunas y apoyo al personal de salud que nos hiciera doblar la curva de la pandemia y asentar nuestros sistemas de salud sobre bases sostenibles? Tan importante como lo anterior son la colaboración y acuerdos para re- solver en común problemas de más largo plazo, como la producción colaborati- va de fármacos y vacunas, el desarrollo y aplicación de sistemas de información y vigilancia, colaboración para el apoyo técnico y recursos, entre otras ventajas de un trabajo colectivo y colaborativo frente a la pandemia del Covid-19. Estas tareas sin embargo deben verse en el contexto más amplio de la creciente debilidad de los mecanismos de integración, diálogo y colaboración en la región, más allá de la OPS solamente, como el Convenio Hipólito Unanue, Unasur, el SICA , Caricom y muchos más, que han acabado con o paralizado ins- tituciones que se esperaba plantearían rutas progresistas de integración. Habría sido menos complejo enfrentar esta crisis teniendo en América Latina meca- nismos de diálogo e integración fuertes, robustos y dotados de capacidades adecuadas para movilizar recursos, convenir mínimos comunes políticos, eco- nómicos y sociales respecto de cómo enfrentar la crisis, negociar con el mundo privado de la salud —los laboratorios, entre otros—, definir políticas de salud pública y de empleo, etc. El Covid-19 irrumpió en esta región justo cuando se evidenciaba una aguda regresión política y un debilitamiento creciente de las iniciativas de diálogo político, en especial en la región sudamericana. Se desfi- guró la malla integradora y ante ese escenario las vulnerabilidades económicas, políticas y sociales para enfrentar la crisis de manera más colaborativa o con- junta se acrecentaron. Se ha sostenido reiteradamente que los procesos de integración cons- tituyen una oportunidad para avanzar en consensos sociales y económicos, y para fortalecer derechos y definir objetivos comunes. Quizás el desafío es exac- tamente al revés. La pandemia y sus complejos efectos económicos, sociales y políticos constituyen una oportunidad para rearmar ese entramado regional tan necesario de diálogo político, de acuerdos quizás más simples y específicos que los grandes acuerdos-marco, para finalmente lograr activar las iniciativas en materia de salud y bienestar que son necesarias. Reflexiones finales La gobernanza global multilateral se va adaptando y respondiendo principal- mente a intereses geopolíticos y comerciales que, paradojalmente, continúan debatiéndose entre la concepción del Estado soberano, que no admite injeren- cia extranjera alguna, y el Estado multilateral, abierto a establecer relaciones

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=