Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro

333 aplicación, distintos medios estadounidenses (como Rolling Stone o The New Yorker ) desarrollaron procesos de chequeo de datos y crearon unidades espe- cializadas dedicadas a ello desde la década de 1960. En los 1990, la práctica se extendió a algunas revistas latinoamericanas, como Gatopardo (México), Etique- ta Negra (Perú) o El Malpensante (Colombia). El campo de las afirmaciones de autoridades políticas es el más clásico en que se ha desarrollado el chequeo de datos en medios internacionales y locales 92 . En medio de una ecología digital y multimedia, la práctica se ha exten- dido a la pesquisa y verificación de material que circula en entornos digitales (Ramon-Vegas et al., 2020). La pandemia del Covid-19 gatilló que los medios reactivaran (o crearan) unidades de chequeo de datos y contenidos sobre el asunto. En el caso iberoamericano, las áreas más críticas descritas por la litera- tura se refieren al origen, expansión y letalidad del virus, las recomendaciones y prácticas curativas y la gestión de la pandemia por parte de las administracio- nes públicas locales y de organismos internacionales (“Más de 100 sitios para verificar desinformación sobre el Covid-19”, 2020; Ramon-Vegas et al., 2020). En la experiencia chilena, la revuelta social de octubre de 2019 propició una ecología de organizaciones dedicadas a la verificación de datos (indepen- dientes, universitarias o dependientes de medios de comunicación 93 ). Aun- que no todas sobrevivieron al paso de los meses posrevuelta (Martínez, s. f.; Núñez-Mussa, 2019), algunas reverdecieron laureles durante la pandemia. De hecho, a inicios del 2021, fundaron la Asociación deVerificadores yVerificadoras de Chile (Varela, 2021). Quienes trabajan chequeando datos no tienen la capacidad de verificar cada una de las piezas de desinformación o información engañosa que circula en distintas plataformas y soportes, incluidas aplicaciones de mensajería ins- tantánea. Resulta muy difícil desmontar o desandar el camino de un contenido falso o engañoso cuando este ya se ha viralizado (Carrasco-Farré, 2022). Por lo tanto, el trabajo profesional de verificadores implica, necesariamente, que foca- licen sus recursos y tomen decisiones respecto a enfoques editoriales sobre en qué fijarse y, por lo tanto, qué contenidos chequear. Se ha demostrado, también, un impacto disímil en la viralización de contenido mañoso o falso dependiendo de si quienes lo difunden son perso- najes de alta relevancia o visibilización pública. O, en otras palabras, un texto o video o tuit falso o descontextualizado genera mayor tráfico si lo comparte 92 Uno de los modelos más influyentes es el estadounidense PolitiFact.com, que nació en 2007 para específicamente cubrir las elecciones de ese año y se mantiene hasta hoy. 93 A modo de ejemplo, y sin pretender exhaustividad, se cuentan #24Data de TVN , fact checking de La Tercera , Fast Check, factchecking.cl , Mala Espina o Watchdog, entre otras iniciativas que también emergieron y se mantuvieron durante los meses más duros de la cobertura informa- tiva sobre la pandemia, abordaron solo cuestiones referidas al Covid-19 o tienen una agenda más amplia, publican con mayor o menor regularidad y abordan dichos de personajes públicos o, bien, chequean si un contenido viralizado es o no real o ha sido manipulado.

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