Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro
270 Hoy en día son pocas las personas mayores que se conforman con un rol pasivo, tanto en su propia vida como en su rol en su comunidad. Esto es algo que debemos valorar y que debiéramos facilitar en cada ocasión. Las personas de la actual tercera edad son una gran reserva de conocimiento, memoria, intui- ción y experiencia que es vital aprovechar. En todo desarrollo de políticas, son voces que aportan a desarrollar un enfoque que, desde su base, se sincronice con cualquier iniciativa que venga desde arriba. Muchos de estos cambios históricos tienen su correlato en la evolución de los núcleos familiares. Las familias de hoy en día se ven muy diferentes de lo que eran en 1970. Algunas diferencias son que son más pequeñas y que hay más familias sin hijos. Son más comunes las separaciones, hay familias del mismo sexo y personas que viven solas. En las familias modernas hay diversas relaciones entre los miembros, como es el caso de padres adoptivos, hermanos de padre o de madre y medios hermanos. La creciente movilidad de personas que caracteriza el mundo continúa aumentando. Mucha gente tiene un pariente que nació en otro país. Muchos tienen parientes que emigraron a otros países. Todos esos factores inciden en que hay menos certeza sobre quién cuidará de ellos en su ancianidad. En Aus- tralia y en Europa, los cuidadores más frecuentes son mujeres de 70 años que asumen ese rol con su marido que es mayor o con sus padres 43 . Cada vez es más común que hay menos niños y más personas que viven solas. Las personas tienen parejas distintas a lo largo de su vida y se destaca una presencia masiva de la mujer en la fuerza de trabajo. Una nueva visión del proceso de envejecimiento La salud y el bienestar están determinados por un conjunto de factores que in- cluyen lo social, lo económico, lo medioambiental y el contexto cultural donde las personas desarrollan sus vidas. En consecuencia, se necesita involucrar a esos diversos sectores para elaborar políticas que promuevan la salud y el bien- estar, y reduzcan la cantidad de personas mayores que viven limitados en con- diciones de incapacidad y enfermedad. Los individuos pueden controlar buena parte de su salud, pero muchas de las desigualdades de salud son consecuencia de factores sociales. Esos determinantes sociales de la salud son los que deben controlarse con políticas apropiadas. Ningún país puede ignorar la revolución de la longevidad, tanto en el mundo desarrollado como en los países“en desarrollo”, donde los programas de pensiones tienen grandes problemas y muchas personas mayores no disfru- tan su derecho a ser valoradas y tener una vida plena. Países donde la economía 43 En esos países hay programas técnicos para desarrollar esa especialidad o profesión. Además de los desafíos técnicos, se necesita de profunda empatía para entender un período de la vida en transición, que no es solo un apoyo asistencial.
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