Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro
250 Desafíos Probablemente es en ese punto donde encontramos el gran desafío en las po- líticas públicas sobre drogas (como también en muchos otros campos) en el futuro cercano: generar los puentes que acerquen la ciencia y la política. Ambas son en sí necesarias pero, por sí mismas no son suficientes para la generación de políticas que aborden los fenómenos desde sus causas en lugar de concen- trar los esfuerzos solo en enfrentar las consecuencias . Como ya se ha men- cionado, esas causas tienen diferentes dimensiones y se debe trabajar en cada una de ella.Y es en este aspecto donde el enfoque de salud pública juega un rol fundamental. Hemos visto con gran preocupación que las políticas de drogas han es- tado centradas en las“intervenciones”, sin un claro diagnóstico para la orien- tación adecuada de esas políticas o acciones, y, por otro lado, sin un proceso de monitoreo y evaluación de estas mismas. Diagnósticos claros y evaluaciones han sido los grandes ausentes en las decisiones que se han tomado en materia de políticas de drogas. Ha sido mucho más relevante el dar respuestas rápi- das en el ámbito de la seguridad, que indagar sobre las causas asociadas a los consumos de drogas, y por lo tanto a la demanda de ellas. En el prólogo de informe del 2012 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes ( JIFE ) ( JIFE , 2013), de las Naciones Unidas, se hace una reflexión muy intere- sante en esta dirección, al afirmar lo siguiente:“Para combatir la delincuencia organizada y la violencia vinculadas al comercio ilícito de drogas, el instru- mento más eficaz es la prevención primaria del uso indebido de sustancias, en combinación con el tratamiento y la rehabilitación, y complementada con las medidas de reducción de la oferta prevista en los tratados”. Uno podrá compartir total o parcialmente esta propuesta, pero lo interesante de ella es que plantea que la“guerra contra las drogas”no se da en el terreno donde se produce la oferta, sino que en el ámbito de reducir la demanda de sustancias. Si esto no se entiende desde la política, entonces en el futuro solo se acre- centarán los problemas del presente: mayor diversidad de sustancias y mayor número de personas usándolas. A lo anterior es necesario agregar la discusión (y decisión en algunos casos) sobre la expansión territorial de nuevos marcos regulatorios sobre can- nabis para fines recreativos, desde su producción hasta su distribución y consu- mo. Se hace necesario un análisis crítico de los impactos de las nuevas políticas en los países o zonas geográficas donde se han implementado dichas políticas, pero también se debe hacer el mismo análisis donde no se mantiene el régi- men actual de prohibición. Nuevamente la generación de evidencia científica es fundamental, como lo es también el uso no sesgado de la misma. Esta es una discusión aún pendiente.
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