Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro
238 análogos, 36% en British Columbia y más de 90% en Montreal no reportaron (en la encuesta) haber consumido fentanilo, sugiriendo entonces un uso no intencional o de exposición desconocida de esta droga. Como se menciona an- teriormente, uno de los adulterantes principales es la cafeína, y en este contexto es importante resaltar los estudios de Galvalisi y colaboradores (Galvalisi et al., 2016) y de Schwarzkopf y colaboradores (Schwarzkopf et al., 2018), quienes analizaron el efecto de la cafeína como adulterante en la pasta base de cocaína y su impacto como ruta de inhalación pulmonar, demostrando su efecto esti- mulante aditivo al principio activo; es decir, la cafeína incrementa los efectos estimulantes y adictivos de la cocaína. Lo anterior es solo una pequeña síntesis asociada al problema de los adulterantes en la producción de sustancias ilegales. La adulteración de sus- tancias psicoactivas es un hecho, existe, es inherente al proceso de distribución y comercialización de las sustancias ilícitas, lo cual puede tener consecuencias muy negativas para la salud de los consumidores. Es necesario profundizar so- bre los aspectos metodológicos y técnicos para el análisis de caracterización de las sustancias que circulan en el mercado, los cuales deben ser estandarizados y producir información en forma sistemática, de tal manera que se pueda infor- mar y alertar a los usuarios de sustancias ilegales sobre los riesgos sanitarios de su uso; trasladar esta información a las personas consumidoras es fundamental para que conozcan sobre los daños (que actualmente les son desconocidos) y de esa forma tomar una decisión informada, o menos arbitraria, sobre si consu- mir o descartar el uso de una particular sustancia. Pero también es importante señalar que, lamentablemente, este aspecto asociado a las sustancias ilegales es muy poco discutido, es obviado, y se sigue hablando de las drogas como si cada una de ellas fuera una sustancia homogénea y con consecuencias también homogéneas y conocidas. La realidad demuestra lo contrario, y por lo tanto si realmente existiera una preocupación genuina de los impactos sanitarios aso- ciados al consumo de drogas, entonces la adulteración de ellas debe ser una variable relevante en la ecuación, que no se puede seguir soslayando y dejando al margen al momento de la discusión sobre drogas ilegales. Drogas y seguridad Lo que se ha presentado hasta acá es solo una arista del fenómeno de las drogas. Otra dimensión relevante tiene relación con lo que se ha denominado “drogas y seguridad”; es decir, todas aquellas consecuencias negativas asociadas a la producción y comercialización de las drogas, en un ambiente de ilegalidad. En este contexto parece relevante rescatar lo que señala el informe titulado El Pro- blema de las Drogas en las Américas , de la Organización de los Estados Ameri- canos de 2013 (Insulza, s. f.): “La experiencia histórica es pródiga en ejemplos que muestran que en la medida en que existan bienes y servicios demandados
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