Saludo Global. El escenario actual y perspectivas a futuro

228 ( UNODC , 2022), se estima 23 que para el año 2020 el 5,6% de la población global entre 15 y 64 años de edad declaran haber usado alguna sustancia 24 en el último año (prevalencia de último año), lo que equivale a 284 millones de personas en- tre esas edades. Una década antes, para el año 2010, el informe de dicha oficina ( UNODC , 2011) reportaba una prevalencia inferior al 5%, lo que equivale a 226 millones de personas; por lo tanto, ha habido un incremento de 26% en términos del número de usuarios (en parte es atribuible al incremento de la población). Respecto de las cifras anteriores, es necesario mencionar tres aspectos —se describen más adelante en mayor detalle—: el primero se refiere a la gran diversidad en la magnitud del consumo entre regiones y subregiones. El se- gundo dice relación con el uso de cannabis, que da cuenta de la mitad o más de la mitad de las cifras mencionadas. Y el tercero, quizás el más relevante, es la situación del uso de opioides, que hoy genera un gran problema sanitario en varios países y que a su vez se va ampliando a varios otros. Para describir mejor las dos primeras situaciones mencionadas, en la Ta- bla 1 se entregan las estimaciones para la prevalencia de último año para tres sustancias en el año 2020: cannabis (incluye hierba y resina), cocaínas (incluye clorhidrato de cocaína, crack, pasta base y otras nominaciones) y opioides (in- cluye opiáceos y opioides farmacéuticos). Tabla 1. Estimación de la prevalencia de uso último año (%) de cannabis, opioides y cocaínas, población de 15 a 64 años, a nivel global y por región, 2020. Región Cannabis Opioides Cocaínas África 6,54 1,23 0,27 América 9,81 1,76 1,69 Asia 1,97 1,16 0,07 Europa 5,41 0,67 0,96 Oceanía 12 2,44 2,7 Global 4,12 1,21 0,42 Fuente: Elaboración propia a partir de datos disponibles en https://dataunodc.un.org. 23 Las estimaciones se hacen sobre la mejor información disponible de los países. UNODC llama a estas estimaciones“ best estimates ”. 24 Se refiere al uso de sustancias psicoactivas controladas para propósitos no médicos ni científi- cos. Por lo tanto, excluye alcohol y otras drogas legales.